La pandemia ha afectado los cimientos de la estructura económica municipal. Una treintena de municipios de Balears sufrió un descenso de su Producto Interior Bruto (PIB) de más del 21%, que es la media de la reducción de la actividad económica. Un golpe que afectó, especialmente, a las localidades que viven del turismo, sector que estuvo condicionado duramente por las restricciones de viajes. Por el contrario, aquellos sitios con estructuras más diversificadas experimentaron una disminución inferior a la media, como son los casos de Palma y Maó.

Éstas son algunas de las conclusiones del informe sobre los efectos de la covid en la estructura productiva regional, elaborado por la Fundació Impulsa. El estudio se presentó ayer a los ayuntamientos y entidades locales en la sede de la Federació d’Entitats Locals de Balears. 

 El director de la Fundació Impulsa Balears, Antoni Riera, señaló que ya existía mucha estadística sobre el impacto de la pandemia en la economía. De hecho, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) hablaban de una caída del 21 por ciento. Sin embargo, agregó, no existía tanta información sobre las repercusiones a escala municipal. Los municipios turísticos de Balears fueron los más perjudicados. De los 67 términos municipales, 32 sufrieron caídas superiores al 21 por ciento. Entre estas localidades, se encuentran 20 de las 53 de Mallorca, 6 de las 8 de Menorca y las seis de Eivissa y Formentera. La pandemia, concluyen los expertos, afectó más a los municipios en función de su estructura económica. 

Municipios costeros

 «La caída del PIB nominal fue de entre el 30 y el 50% de la actividad económica en municipios como Alcúdia, Pollença, Muro, Santa Margalida... Generalmente, los que ocupan el litoral. Está muy relacionado con su estructura económica, son los más vinculados al turismo y menos diversificados», sostuvo Riera, quien apuntaló la idea de que la «factura de la covid no fue homogénea». El director de la Fundació Impulsa arguyó igualmente que la «estructura económica ha cambiado mucho este año de pandemia». «Ha cambiado fundamentos estructurales», expuso Riera, quien indicó que en las últimas tres décadas no se había visto nunca en la Comunidad que el sector servicios perdiera peso y, ahora, con la pandemia, este sector ha caído 1,8 puntos porcentuales. «Alguien podría decir que esto es poco, pero es muchísimo, porque no pasa en décadas. Ha habido ramas que han perdido cinco puntos, como el alojamiento. Y otras, que han ganado como los servicio en conocimiento, vinculado a telecomunicaciones, consultoría, seguros. Ha habido un cambio. La economía ha pasado por el quirófano esta pandemia y ha salido más reforzada. Se trata de mantener este cambio estructural en los próximos ejercicios y aquí está el reto», apuntó. Curiosamente, sectores como la agricultura o la industria sí que han crecido durante la crisis sanitaria.