Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fent i desfent | El Consell ejercerá el derecho de tanteo y retracto para comprar la antigua central térmica de Alcúdia

Fent | Con Armengol no  falta ni oír chistes

Querida. El otro día me quedé petrificado al oír a la cómica Armengol decirnos que frente a la séptima ola de coronavirus no habrá imposiciones ni restricciones a la libertad, que ahora trabaja desde el diálogo y el consenso. Me quedé sin pulso al escuchar a la campechana presidenta decir todo lo contrario que el año pasado, cuando le cogió el gustito al mando y ordeno y nos mandaba a casa a cop de pito. Me pareció un chiste y espero con ganas el repaso que le pueda dar Sabina Pons. Nuestra Armengol ya ve los pies del lobo con las elecciones que se acercan. Pero tranquila, Prohens se lo pondrá fácil. Es la esquizofrenia de la política balear. Y, ¿qué me dices sobre que el Consell malgaste el dinero para comprar la fábrica de electricidad de Alcanada? Resulta que no tenemos dinero para mejorar nuestras infraestructuras, nuestras carreteras o nuestros colegios, pero después nos permitimos el lujo de comprar una ruina para hacerla patrimonio de todos a cuenta de no sé qué. Francamente, a veces me gustaría ser juez para procesar a esos ineptos que nos gobiernan por malversar el dinero público. ¡Anda ya!

Desfent | Un proyecto pionero que dará que hablar 

Querido, igual de estupefacta me quedé al oír a nuestra presidenta decir que «garantizar la libertad es un derecho». Han hecho falta siete olas. En esta ocasión, a la séptima ha ido la vencida. Eso sí, al oírla, pensé en ti. Tú que pronosticabas una Ayuso a la mallorquina, ya la tienes. De todas formas, celebro que Armengol, sea por los motivos que sea, haya apostado por la normalidad. Han sido dos años muy duros y no nos queda otro remedio que convivir con el virus. Bastante nos ha robado. Así que deduzco que este año electoral nos salvará de nuevas restricciones y lo que debe hacer cada uno es velar por su salud y, en consecuencia, la de todos. Con un poco de seny, basta. Y sobre el otro tema que pones sobre la mesa, tengo que confesar que quedé entusiasmada cuando en su día entrevisté a Tomeu Rosselló, que es el director del proyecto Alcúdia Tech Mar. Flipé con el proyecto. Así que pese a tus reticencias y que descontaminar la vieja instalación costará unos 19 millones de euros, que el Consell sufragará con fondos europeos, no puedo estar más a favor del proyecto pionero que Alcúdia quiere impulsar en favor de la descarbonización del mar y la economía verde.

Compartir el artículo

stats