Se abre un paréntesis de negociación en la crisis política desatada en Andratx, después de que los socios de gobierno del alcalde socialista Antoni Mir -El Pi y Més- le dejasen solo en la moción de reprobación presentada por el Partido Popular, una iniciativa que finalmente fue aprobada como una forma de reproche político a la gestión y a las formas del mandatario municipal.
La Agrupación Socialista de Andratx convocó ayer al mediodía una asamblea extraordinaria, en la que no se permitió el acceso a la prensa gráfica, para abordar el escenario actual y analizar las posibles alternativas, que básicamente se reducían a dos: reconducir la situación con los socios del gobierno, o bien romper la relación y lanzarse a gobernar en minoría.
Diferentes opciones
«Hemos tenido un debate extenso para analizar las opciones que nos han dejado», manifestó, al acabar la reunión, el secretario general de los socialistas andritxols, Toni Bordoy, en declaraciones realizadas a través de un escueto vídeo subido a las redes sociales.
A continuación, agregó: «Vamos a intentar luchar por este pacto hasta el final». Bordoy informó de que solicitarán una reunión del pacto con los socios de gobierno. «Queremos cumplir con los compromisos que firmamos hace tres años con los vecinos y vecinas», argumentó el secretario general, quien aseguró que el PSOE es «el partido del consenso». «Y vamos a intentar demostrarlo», manifestó.
La decisión de los socialistas de Andratx de mantener abierto el diálogo con sus socios de gobierno se produce en paralelo a la ronda de reuniones que iniciará el PP con los partidos que apoyaron la reprobación (El Pi, incluido), para plantear la presentación de una moción de censura.
