Tras ser aplazado durante la pandemia, el ayuntamiento de Calvià celebró ayer el pleno anual de rendición de cuentas en que se escenificó la diferente visión que tienen el equipo de gobierno y la oposición de lo que se ha hecho en el municipio, redundando en los debates que se realizan cada mes en sesión plenaria.

El alcalde Alfonso Rodríguez Badal (PSOE) destacó cómo en la pandemia el Ayuntamiento atendió lo «urgente», que era responder a las necesidades acuciantes de los vecinos, con ayudas de urgente necesidad, en alimentación, al alquiler, así como para autónomos y a empresas.

Superada esta fase y después de que 2021 fuese el «año de la reactivación», Rodríguez Badal subrayó que ahora Calvià está en «un momento de crecimiento», con datos «históricos» de reducción de empleo y aumento de afiliaciones a la Seguridad Social.

El alcalde recordó las promociones de vivienda social que se impulsan en Magaluf, Santa Ponça y Peguera, al tiempo que enumeró un listado de inversiones previstas, entre las que destacó la renovación del paseo marítimo de Magaluf o el nuevo centro de día de Palmanova.

«Se ha conseguido además una estabilidad económica reduciendo deuda de 56 millones en 2015 a prácticamente cero este año, sin subir ni un solo impuesto, tasa o precio público», argumentó Rodríguez Badal, quien, de cara al futuro, enfatizó las oportunidades que brindan los fondos europeos.

La oposición de derechas arremetió contra «el triunfalismo, el autobombo y la falta de autocrítica» de Rodríguez Badal. «¿Qué han hecho en turismo? ¿Qué proyecto innovador han impulsado, más allá del sol y la playa? ¿Y la ley de excesos qué ha cambiado en Calvià?», le interpeló la portavoz municipal del PP, Luisa Jiménez, quien prosiguió: «Sigue viniendo el mismo tipo de turismo, sigue el ‘balconing’, la venta ambulante, las peleas… Eso sí, han recaudado más, porque han multado más». Respecto a la presión fiscal, Jiménez lamentó que no se hayan bajado los impuestos «cuando más dinero ha tenido el Ayuntamiento».

«Hacen poca autocrítica», sostuvo, por su parte, la regidora de Cs, Consuelo Fernández. «Todavía hay muchas cosas por hacer. Cuando hablas con vecinos, el sentir general es que Calvià es un municipio descuidado, con grafitis, farolas pendientes de renovación», agregó. La portavoz de Vox, Esperanza Catalá, arremetió contra el alcalde por «atribuirse la recuperación». «Eso es una arrogancia. Los generadores de empleo son los empresarios», arguyó. Desde el gobierno municipal, el regidor Rafel Sedano (Podem-Més) afeó a la oposición su falta de propuestas y, dirigiéndose a Vox, le reprochó que «engañe a la gente».