La futura residencia de mayores de Bunyola tendrá una capacidad de 120 plazas que contarán con una atención personalizada, un servicio que será posible gracias a que el diseño del edificio «está pensado para que se parezca más a un hogar» mediante un sistema de módulos que pretenden pasar página del modelo de macroresidencias para centrarse en otro modelo que permita una mejor atención a los usuarios.

Así lo ha expresado este martes el Govern durante el transcurso del acto de presentación a los vecinos y entidades de Bunyola del proyecto arquitectónico de la futura residencia, titulado ‘A peu pla’ y diseñado por un grupo de jóvenes arquitectos mallorquines cuyo trabajo fue seleccionado de entre otras 20 propuestas que se presentaron al concurso público.

La construcción del equipamiento tendrá un coste de nueve millones de euros que serán financiados con los fondos europeos Next Generation. Está previsto que, una vez en funcionamiento, la residencia contará con una plantilla de más de cien trabajadores.

El equipamiento se construirá en un solar de 10.037 metros cuadrados de la urbanización de Sa Coma que ha sido cedido por el ayuntamiento de Bunyola a la conselleria de Asuntos Sociales.

El edificio tendrá una sola planta y se articulará en seis módulos centrales que constituirán seis hogares de 18 habitaciones dispuestas en forma de ‘u’ alrededor del patio central. Todas las habitaciones tendrán una salida a los espacios exteriores.