Cuando un perro no recibe el suficiente cuidado y atención de sus propietarios se vuelve contra ellos. Entonces el can pierde, renegando de su olfato, la bien acreditada fama de mejor amigo del hombre.
Es muy probable que hoy en Mallorca haya más perros que nunca. También más anarquía que la admisible en cuanto a su relación y comportamiento social. Razas inadecuadas para propietarios ineptos y funciones domésticas discutibles para animales de difícil aclimatación.
El perro ya tiene dificultades para responder a su naturaleza de compañero fiel y colaborador agrícola rentable.
En estas condiciones se rompe el equilibrio y los canes desatendidos matan a las ovejas y aves que antes protegían. Aparte de las reconocidas, en fora vila hay otra plaga de ocio irresponsable que confunde el cuidado animal con la mascota juguete ocasional. Por eso se suceden los ataques de perros al ganado. Cada vez son más frecuentes. El último episodio ha ocurrido entre Santa Margalida y Muro. En el lugar queda el miedo y el perjuicio ocasionado.
