El ayuntamiento de Sóller ha puesto en estudio vender el antiguo colegio de Ses Marjades para obtener financiación para sufragar la tercera y última fase de reforma del teatro Defensora Sollerense.

Así lo ha asegurado el alcalde Carlos Simarro que se mostró convencido de que esta operación «garantizaría finalizar el proyecto de reforma del teatro» en tanto que «a día de hoy solo hay dinero para pagar la fase que está en ejecución pese a que el proyecto no quedará concluido».

El colegio público de Ses Marjades cerró sus puertas definitivamente en septiembre de 2017 como consecuencia de su mal estado de conservación. Los inspectores de la Conselleria de Educación constataron problemas estructurales graves que propiciaron la orden de cierre y el traslado de alumnos a otras instalaciones municipales. Concretamente pasaron a ocupar las aulas del colegio Es Fossaret que también había cerrado unos años antes tras el traslado a un edificio de nueva construcción.

Fachada del Defensora Sollerense, durante las obras. | J. MORA

Pese a que la mudanza de Ses Marjades fue con carácter provisional, a efectos prácticos el centro ya se ha quedado ahí definitivamente porque la reforma del centro nunca llegó a materializarse. Desde el año 2017 las antiguas aulas de Ses Marjades están cerradas y los edificios están prácticamente abandonados. En su exterior, la suciedad y la maleza han pasado a ocupar espacios como el patio o las escaleras de acceso.

Los edificios muestran ya síntomas visibles de mal estado de conservación. El centro abrió sus puertas en 1931 tras la donación que hizo un mecenas del municipio. Hace cinco años los técnicos estimaron que la reforma del complejo suponía una inversión de medio millón de euros que quedó finalmente descartada.

El alcalde explicó que el centro escolar podría venderse «a muy buen precio» como consecuencia del valor que han adquirido los inmuebles en Sóller en los últimos años y estimó que el ayuntamiento podría recaudar alrededor de un millón de euros con su venta. El centro está constituido por tres edificios independientes que el ayuntamiento baraja venderlos por separado, aunque ello obligaría modificar el planeamiento urbanístico para cambiarles los usos de equipamiento a residencial y segregar el complejo en tres unidades diferentes.

Primer intento fallido

El ayuntamiento de Sóller ya hizo un primer intento de vender el centro en el año 2018 cuando el municipio estaba gobernado por un pacto de izquierdas. El consistorio lo valoró en 456.000 euros con los que quería financiar inversión real aunque finalmente nunca llegó a concretar la operación de compraventa.

Ahora Simarro quiere desempolvar el proyecto de sacar a la venta el colegio «porque es la única forma de garantizar los recursos suficientes para finalizar la reforma del Defensora» y apuntó que «sería una buena operación para el municipio vender unas instalaciones en mal estado para revertir el dinero en otra para mejorarla».