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Responsable de la red de bibliotecas de Manacor
Entrevista

Antoni Ferrer: «El servicio que presta la biblioteca no se debilita sino que se transforma»

El objetivo es ampliar las instalaciones hasta llegar hasta los 1.700 metros cuadrados, según marca el plan director

El responsable de la red de bibliotecas de Manacor, Antoni Ferrer. Sebastià Sansó

El Ayuntamiento ha presentado un ambicioso plan para triplicar el espacio actual de la biblioteca de Manacor y doblar el de Porto Cristo entre 2022 y 2027. Ferrer explica los detalles.

¿Hasta qué punto Manacor necesita la ampliación de su servicio de biblioteca?

Llevamos años con soluciones puntuales. Así como en cuestiones de horario sí que cumplimos y superamos lo establecido de acuerdo a la población de la ciudad, hace tiempo que necesitamos crecer en espacio. Desde que la actual biblioteca abrió en el claustro, en 1995, se ha ido ampliando hasta los aproximadamente 500 metros cuadrados de los que disponemos ahora mismo. El objetivo es llegar a los 1700 m2. Esto es lo que contempla el Plan Director presentado hace unos días y que pretende dar cumplimiento al acuerdo que llegamos con el Consell de Mallorca en 2019 y que también afecta a las bibliotecas de la red municipal en Porto Cristo, que doblará su espacio o la creación de una nueva en s’Illot.

¿Qué ha hecho que sea ahora el momento?

El documento técnico que apoya la ampliación y que marca un período de crecimiento entre 2022 y 2027 lo explica muy bien. Pero básicamente hay dos fases a partir del traslado de otros servicios que hay en el claustro y que harán viable el proyecto de ampliación. La primera será cuando el departamento de Urbanismo se traslade al calle Major y nosotros podamos adecuar los espacios que ellos dejen, además de otra sala en la planta baja. La segunda irá marcada por la construcción de los nuevos juzgados de Manacor en la calle Pilar y que hará que, dentro de pocos años, también podamos darle un uso cultural al viejo Palau de Justícia de la plaza Font i Roig. Está pensado para que todo forme un conjunto unitario.

¿Cree que los plazos son factibles?

Somos optimista, el convenio y objetivos marcados son perfectamente posibles.

¿Cuántos usuarios anuales tiene la biblioteca de Manacor?

La pandemia ha trastocado bastante las cifras habituales, pero esperamos que en poco tiempo sean las mismas de antes. En 2019 eran unos 50.000... 60.000 si contamos también con los usuarios de las bibliotecas de Porto Cristo y Son Macià. Con la crisis sanitaria y el cierre temporal del servicio pasamos a la mitad. Este último año, la cifra ha vuelto a remontar hasta los 30.000. Sin embargo hay que decir que los préstamos han continuado siendo notables y nos mantenemos entre los 25.000 y los 30.000 anuales.

¿La ampliación en superficie irá ligada al crecimiento de personal y de horarios?

Es evidente que sí y que el personal tendrá que doblarse. De todas formas es una cuestión que deberemos ir adaptando así como el plan vaya avanzando. En cuanto a los horarios, como le decía estamos ahora en las 51 horas semanales, lo que supera las 40 que serían habituales por un servicio de nuestras dimensiones. Después se puede intentar desplegar un horario continuado si hay una demanda. De hecho ya ampliamos en determinados períodos puntuales del año.

¿Cree que las bibliotecas se están adaptando a los nuevos tiempos?

Las bibliotecas han vivido y viven una constante revolución tecnológica, como ocurre también con los medios de información, por ejemplo. Es un trabajo de reflexión permanente para saber hacia dónde debemos ir porque ha habido cambios evidentes. Antes éramos en muchos casos centros de recursos para aquella gente que no los tenía. Ahora ese objeto se ha ampliado. En países del norte de Europa ya se ofrecen servicios tecnológicos especializados como salas donde poder imprimir en 3D. Sabemos que la oferta familiar todavía se mantiene muy bien, así como los espacios para estudiar y concentrarse. Como le comentaba el préstamo sigue muy vivo... también el digital. En definitiva, creo que el servicio no se debilita sino que se transforma y debemos adaptarnos. Debe ser un lugar de relación, encuentro y trabajo.

Pero poca gente viene a la biblioteca a leer un libro…

La consulta en papel ha perdido peso, pero todavía existe el factor de la biblioteca como puesto de asesoramiento. También debemos tener en cuenta que no todos los usuarios están formados en recursos digitales. Las primeras bibliotecas públicas estaban muy ligadas a la alfabetización... ahora es de otro tipo, pero sigue siendo un lugar de ayuda para determinadas personas. Lo que me decía sobre si todavía se leen libros aquí, aún hay lectores que siguen viniendo e incluso llevan su propio atril. Sobre todo personas que buscan espacios tranquilos. Parte de la riqueza de una biblioteca está en cuidar mucho el espacio, es una inversión para que el usuario encuentre su sitio.

¿No hubiera sido mejor construir una biblioteca mayor en un edificio nuevo?

Lo sopesamos. Es evidente que hacerlo nuevo y con espacio pensados ​​expresamente es una gran ventaja, y que un edificio histórico siempre tendrá sus limitaciones. Pero estar en un ambiente así, tranquilo y aislado del ruido hace que también se minimicen mucho los inconvenientes. Tenemos un edificio que es la bomba. Un claustro barroco y unos juzgados que aunque ahora se vean como algo distinto, formaban parte de un mismo conjunto. Y es así como debe verse, como un todo, revalorizarlo como una sola unidad cultural una vez quede vacío de otros servicios y por tanto adaptable a los usos de biblioteca. Es la forma de hacer que sea el centro de una oferta cultural potente que atraiga a la gente.

¿Por qué piensa que los manacorins no son del todo conscientes del claustro?

Porque no existe una vista exterior de los laterales ya ahora mismo están ocultos por otras construcciones, y no tenemos la idea arquitectónica completa.

Volviendo a la afluencia de la biblioteca; ¿Cree que el crecimiento en espacio supondrá un aumento paralelo de los usuarios?

Estoy seguro. Y lo digo porque ya tenemos la experiencia y porque es una norma que se ha cumplido en muchos otros casos. Hace años ganamos una segunda sala, justo encima de la primera de 1995. Con ella crecimos un 35% de superficie hasta llegar a los 500 m2. La consecuencia fue que los usuarios subieron también un 35%. Para acudir a un lugar una persona debe sentirse cómoda y hacérselo suyo.

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