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Comarcas

Nueva vida para los molinos como productores de energía

Empieza a funcionar el prototipo que regirá el proyecto ‘Molins Actius’ que contempla convertir un centenar de estos viejos molinos en la zona de ‘sa marjal’ en elementos productivos

Molino en Mallorca.

De la teoría a la práctica. De las palabras a la acción. Es precisamente lo que ocurre con el proyecto Molins Actius, una iniciativa que nace con el claro objetivo de recuperar un patrimonio que es un icono del paisaje rural de la isla y darle una nueva vida, una utilidad que está relacionada con la generación de energía y también con la producción de hidrógeno verde. Así, estos días ha empezado a funcionar en Son Ferriol el prototipo de molino de extracción de agua como generador de energía.

Es el modelo que regirá el proyecto Molins Actius que contempla convertir un centenar de estos viejos molinos en la zona de sa marjal (Alcúdia, Muro, sa Pobla y Santa Margalida) en elementos productivos para generar energía eólica para autoconsumo y para alimentar la red eléctrica general. Se trata de un proyecto vinculado a la ambiciosa iniciativa Alcúdia Tech Mar, que ha sido declarada como estratégica por el Govern. Y es que otra pata del proyecto está relacionada con la producción de hidrógeno verde para descarbonizar las líneas marítimas que operan en el Port d’Alcúdia.

Pep Pascual es el presidente de la Associació d’Amics dels Molins de Mallorca y el ingeniero encargado de diseñar dicho prototipo. Fue pionero en diseñar el primer parque eólico del Estado y confiesa que la idea nació porque querían dar una nueva funcionalidad a los molinos, unas infraestructuras que en muchos casos están deterioradas. «Hay 3.000 molinos en la isla, unos están en mal estado pero la intención es recuperar aquellos que presentan un estado aceptables. Hay que evitar que desaparezcan porque son un símbolo de Mallorca», argumenta Pascual. De los 3.000, calcula, un 20% se conservan de manera aceptable. Son unos 600 que están distribuidos de la siguiente forma: unos 250 en la zona de sa marjal, unos 150 en Campos y ses Salines y 200 entre Son Ferriol y Sant Jordi.

«Hay 3.000 molinos en la isla, unos están en mal estado pero la intención es recuperar aquellos que presentan un estado aceptables. Hay que evitar que desaparezcan porque son un símbolo de Mallorca»

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«La idea la teníamos pero no disponíamos de fondos económicos para emprender el proyecto», admite Pascual, que recuerda que llevan tres años trabajando en el proyecto, un proyecto que fue posible porque «Audi nos presentó la misma idea y nos financiaron el prototipo» que ahora se ha puesto en marcha en Son Ferriol. Han tardado un año en construirlo, todo con empresas mallorquinas. «La parte de la cola está hecha toda de madera y es obra del único artesano molinero que queda, que es Miquel Ramis de Son Ferriol», detalla antes de proceder a explicar su funcionamiento.

Funcionamiento

«Es el mismo funcionamiento», avanza. El sistema es automático. Dispone de un anemómetro que mira la velocidad del viento. Cuando las condiciones del viento son idóneas y está dentro de los márgenes adecuados, es decir, a partir de cuatro metros por segundo [15 kilómetros por hora] hasta 20 metros por segundo [80 kilómetros por hora ], automáticamente se pone el molino al viento. «Cuando gira, hay una caja de madera, que incorpora un generador que es el aparato que hace la electricidad, que baja por un cable y llega al contador. La casa chupa la electricidad que necesita y la que sobra se va al transformador para volcarla a la red general», desgrana. «Es el prototipo», señala mirando el molino al que han dado una nueva vida. «Tenemos una precomanda para en 2023 hacer cien molinos en la zona de sa marjal, que es una zona con muchos molinos de viento pero ahora necesitamos unos meses para comprobar que funcione, sacar conclusiones, ver qué hay que mejorar y analizar el prototipo para que cuando arranquemos la producción incorporemos las experiencias del funcionamiento», desgrana Pascual, que calcula que serán unos seis meses de prueba. «Deberemos construir dos molinos por semana para tener los 100 listos en un año», avanza.

«No tiraremos nada que tenga valor patrimonial. Es recuperar un patrimonio. Queremos dar visibilidad y una nueva vida a los molinos para que no desaparezcan»

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Para rescatar dichos molinos, asegura, basta que se conserve la «obra civil», eso sí, adelanta que si hay piezas originales se custodiarán en el museo de la entidad. «No tiraremos nada que tenga valor patrimonial. Es recuperar un patrimonio. Queremos dar visibilidad y una nueva vida a los molinos para que no desaparezcan», sentencia tras especificar que los molinos de extracción de agua se caracterizan por tener 18 palas y tres colores originales, que son el verde carruaje, el azul cielo y el rojo tierra. «Respetaremos los colores originales del molino a restaurar», ya avanza. Además de analizar el funcionamiento del prototipo, otra labor será seleccionar los cien molinos que estén en mejores condiciones de la zona de sa marjal de los 250 que se conservan de manera aceptable.

Tráfico marítimo

«Una parte de la energía para producir hidrógeno serán los molinos. Es un proyecto que pilota Alcúdia Tech Mar. Está pensado para alimentar los barcos que operan en Alcúdia», explica Pascual, que calcula que el proyecto puede ser una realidad en dos años porque necesitarán «un año de construcción, más los permisos y las licencias, eso sí, iremos por fases».

Ya se ha remarcado que el Govern ha declarado como estratégico el proyecto de Alcúdia Tech Mar. El director general de Energía y Cambio Climático, Pep Malagrava, desvela el porqué. «Alcúdia Tech Mar es un proyecto muy amplio que comprende el proyecto de Molins Actius pero también contempla una actuación en el Port d’Alcúdia. Es un polo de innovación y transición energética en la zona de Alcúdia. Hacen una labor de atracción innovadora, energética y climática que también enlaza con el turismo sostenible de la zona norte. Es un polo de atracción de trabajo de calidad», resume. Del proyecto de los molinos, destaca la importancia de recuperar un patrimonio que en algunos puntos está en mal estado o incluso en desuso.

Además, «es una manera de generar energía renovable sin ocupar territorio». En su argumentario también incluye el hidrógeno verde. «Tiene muchas aplicaciones pero una de las más eficientes podría ser la descarbonización del transporte marítimo. Es verdad que no se podría generar hidrógeno verde para descarbonizar todo el transporte marítimo pero sí para empezar a hacerlo». «El sector marítimo es clave para las islas. Tenemos el primer molino en Son Ferriol y vemos que es viable. A veces hablamos de teorías pero ahora tenemos claro que ya se puede hacer», celebra Malagrava, que reconoce que «la gran eólica tiene un impacto visual muy grande pero es una gran noticia que se pueda recuperar lo que antes era una molino de extracción de agua para que ahora sea un molino de generación de energía renovable que de energía para la finca y para volcarla a la red para otros usos». Los expertos calculan que cada molino podrá obtener unos 15.000 kw anuales.

Efecto llamada

Y si antes se hablaba de teorías, Malagrava ya avanza que en Noruega hay ferries que ya funcionan con hidrógeno verde. Tiene claro que se deberá compensar «la oferta y la demanda pero hasta que no haya oferta de hidrógeno, no habrá demanda. Se deberá trabajar con Autoridad Portuaria y con una naviera que apueste por el modelo de hidrógeno para descarbonizar una línea», asegura pero tiene claro que «habrá un efecto llamada». «Es una rueda porque descarbonizamos un sector que es esencial para nosotros como islas», sentencia el director general de Cambio Climático y Energía.

Tomeu Rosselló es el director del proyecto Alcúdia Tech Mar y se postula en la misma línea que Pep Malagrava: «No es humo. Estamos haciendo realidad los procesos». Sobre el proyecto de Molins Actius remarca que es «una pequeña porción de Alcúdia Tech Mar».

«Los molinos son un icono del paisaje de la isla. Se trata de recuperarlos, ponerlos en valor y darles una utilidad como generadores de energía. Son una fuente renovable muy importante que además revitalizará el sector primario permitiéndole un autoconsumo y la generación productiva verde con la ventaja que son sistemas que respetan perfectamente la arquitectura tradicional pero que son altamente sofisticados y automatizados. El secreto es darles vida y es lo que hará Molins Actius».

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