Un grupo de vecinos de Sencelles está recogiendo firmas para presentar dentro del plazo abierto de alegaciones contra un nuevo proyecto viario que afecta el casco urbano. En marzo, el Ayuntamiento aprobó, de manera inicial, la modificación puntual de las Normas Subsidiarias de Sencelles, de 1995, para incluir la apertura de un nuevo vial de conexión entre la calle Jaume Sard y la carretera que une Sencelles y Costitx. Los contrarios a este proyecto alegan que con la nueva calle se completaría el eje viario que parte en dos el núcleo urbano y se concentra, de manera exagerada, el tráfico rodado en las inmediaciones de equipamientos sensibles como el colegio, el centro sanitario, dos supermercados y la plaza del mercado, encauzando el tráfico rodado de paso por estos puntos lo que los convierte en muy peligrosos por la convivencia entre peatones y coches.

Los contrarios a la nueva infraestructura, en boca de Joan Carbonell, opinan que «en lugar de abrir una carretera principal por el centro de la localidad lo que habría que hacer es ponerse manos a la obra ya para hacer la vía de circunvalación, que llevamos 27 años esperando y sacar el tránsito del interior del pueblo. Si se gastan el dinero en este proyecto de nueva calle, nunca harán la circunvalación exterior.» La variante era uno de los proyectos previstos en el antiguo Plan de Carreteras de los gobiernos del PP, que tenía que estar acabada en 2017, y que el Govern progresista descartó por su impacto ambiental.

«En ningún caso se trata de un proyecto de obra de ejecución inmediata. Es una propuesta, que se incorpora al planeamiento urbanístico, para que si un futuro el equipo de gobierno la cree necesaria, la pueda ejecutar. No se plantea como una solución para sacar el tráfico del interior del pueblo. La ronda norte de circunvalación del núcleo urbano de Sencelles sería la solución a esto, pero un proyecto no excluye al otro», afirma el alcalde Joan Carles Verd.