La empresa municipal SAM y la concejalía de Medio Ambiente del ayuntamiento de Manacor han puesto en marcha un nuevo servicio de estacionamiento para bicicletas en los aparcamientos subterráneos de la plaza de Sant Jaume y Na Camel·la. En total 48 plazas vigiladas donde los vecinos podrán dejar su vehículo a pedales durante las 24 horas del día por un precio de 5 euros el trimestre (20 euros al año) que se irá renovando cada vez que el usuario quiera cargando con una simple tarjeta.
"El objetivo es fomentar el uso de la bicicleta en el centro de Manacor aprovechando la zona peatonal y la ZPR (Zona de Prioridad para Residentes)", explica el concejal Sebastià Llodrà. Se trata de un sistema novedoso en el municipio por el cual se ha reservado, en cada aparcamiento, el espacio que ocuparían dos coches en una zona situada frente a la caseta de vigilancia y con una serie de cámaras controlando la instalación. En total caben 24 bicicletas en cada aparcamiento.
Cómo obtener una plaza
Para obtener una de estas plazas se debe solicitar una tarjeta en la SAM (tanto residentes como no residentes) previa presentación del DNI y de una foto de la bici propia. Con ello y el abono de la cuota inicial de los 5 euros trimestrales, el Ayuntamiento le dará al usuario una pegatina y el número del aparcamiento, que siempre será el mismo. "Podrán entrar y salir todo el día cuando quieran, con las mismas facilidades que quien tiene una plaza para su coche", añade la presidenta de la SAM, Cristina Capó. El horario de las oficinas es de 8 a 15 h de lunes a viernes, sábados por la mañana y los jueves tarde de 16 a 20 horas. Una vez conseguida la tarjeta, se podrá recargar en el cajero de los propios aparcamientos de Sant Jaume o Na Camel·la entre 7 días antes y después de la fecha de finalización del trimestre.
En estos momentos se está estudiando también, y dependiendo del éxito de la iniciativa municipal, poder extender el servicio hasta el aparcamiento de la plaza de l’Aljub de Porto Cristo o incluso alquilar algún local en planta baja de Manacor por sí fuera necesario. También cabría la posibilidad de comprar una especie de iglús metálicos, cabinas donde a través de la misma tarjeta poder aparcar la bicicleta en lugares céntricos de la ciudad.
