La capilla del Palau de Sineu, antigua sede de las monjas de clausura, reabrió sus puertas al culto religioso el pasado domingo después de permanecer cerrada al público durante más de seis años, desde que en diciembre del año 2015 se produjo un incendio en el interior del templo que provocó importantes daños patrimoniales.
La pequeña iglesia, que forma parte del complejo del palacio real construido por el Rei Jaume II en 1309 y transformado en convento de las monjas concepcionistas franciscanas de clausura en el año 1583, fue reabierta el domingo con una ceremonia religiosa presidida por el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull. La intención es celebrar misas de forma regular algunos días a la semana.
No obstante, el resto del convento permanecerá cerrado al público y sin ningún uso. Cabe recordar que las últimas monjas de clausura abandonaron el Palau en octubre de 2016 y hasta la fecha no han prosperado los intentos del obispado de Mallorca para que una nueva congregación religiosa se haga cargo de las históricas dependencias.
De hecho, en junio de 2021 el obispo comunicó personalmente a los feligreses en la parroquia de Sineu que en poco tiempo se instalarían en el Palau tres monjas de una congregación colombiana, pero finalmente este acuerdo no llevó a materializarse por motivos que no han trascendido.