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Urbanismo

Sóller permitirá la conversión de casas en pisos en el casco antiguo

Los inmuebles deberán tener una antigüedad mínima de 50 años y respetar su fachada original

Vista general del casco antiguo de la localidad de Sóller. J. Mora

El ayuntamiento de Sóller impulsará una modificación del planeamiento urbanístico con el fin de eliminar la restricción actual que impide la reconversión de grandes viviendas en pisos en la zona del casco antiguo de Sóller. Actualmente el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) establece para esta zona que las divisiones deben dar lugar a viviendas que tengan un mínimo de 120 metros cuadrados.

El alcalde de Sóller y el concejal de Urbanismo, Carlos Simarro y Jaume Bestard, respectivamente, anunciaron la tramitación del cambio en el PGOU para facilitar la conversión de grandes casas en viviendas plurifamilares. Se trata de una práctica que actualmente está muy limitada al anillo central del casco urbano, en el casco antiguo, ya que actualmente solo se permiten las divisiones horizontales de edificios siempre que los pisos que surjan de esta segregación tengan un mínimo de 120 metros cuadrados.

Se trata de una iniciativa que, en opinión de los dos concejales, «servirá para dar solución al grave problema de vivienda que tiene Sóller y la falta de suelo edificable que hay», afirmó el alcalde, quien recordó que «la propuesta que llevaremos adelante estuvo incluida en el programa electoral de los dos partidos».

Con el cambio que ambos socios de gobierno quieren impulsar, siempre que el Consell de Mallorca lo ratifique posteriormente, se pretende que se puedan dividir las viviendas del casco antiguo en pisos, cualquiera que sea el tamaño que las viviendas resultantes puedan tener.

Eso sí, una vez que el cambio normativo esté vigente tendrán que cumplirse una serie de prescripciones para poder convertir en plurifamiliares las casas tradicionales de Sóller. Por un lado, deberán tener una antigüedad mínima de 50 años y, por otro, que la reforma del edificio deberá respetar la fachada. Es decir, no se podrán modificar los huecos de las ventanas ni de la puerta principal a fin de que exteriormente mantenga la estructura tradicional.

Tanto para Bestard como para el alcalde, el cambio alejará la posibilidad de que muchos casas de Sóller acaben por ser vendidas y en manos de inversores. «Será una alternativa para incrementar la oferta de vivienda», aseguró Bestard.

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