Después de un año sin poder celebrarse, la Rua de Santa Maria regresó ayer a las calles de la localidad, con menos participación que en años anteriores, pero con el ánimo dispuesto a la fiesta.
Tres comparsas y catorce grupos de a pie se concentraron a partir de las 17 horas en la avenida Jaume III, lugar tradicional de las concentraciones anteriores, para iniciar el recorrido por la Plaça dels Hostals, carrer Llarg, Plaça Nova y una vuelta a la misma. Todos los asistentes iban protegidos por sus correspondientes mascarillas, cumpliendo la normativa.
La variedad de los disfraces y el colorido de los mismos llamó la atención tanto de los asistentes a la concentración como de los espectadores que esperaron con ilusión la marcha después de un año sin poder disfrutar de este espectáculo.
Los premios a que aspiraban los participantes era de 50 euros los disfraces individuales, 100 euros los grupos de 2 a 5 personas y 150 euros los grupos de 6 a 14 personas. Las comparsas eran gratificadas con 500, 350 y 250 euros en función de la clasificación.
