Los análisis genéticos de los restos de víctimas de la represión franquista localizadas en la fosa de Calvià, llevados a cabo por el equipo técnico de Aranzadi, han identificado los huesos de Josep Pont Cladera, alpargatero y chófer de Pollença, que fue asesinado por milicias fascistas el 30 de septiembre de 1936 en la carretera de Palma a Andratx y posteriormente enterrado en la fosa común del cementerio de Calvià.

Se trata de la segunda identificación biológica en la fosa de Calvià después del caso de Joan Ferrà Ferrà, de Puigpunyent, ya que en el caso de Joana Baño, la identificación fue posible a raíz de un estudio antropológico. El informe de la fosa, realizado por el investigador Manel Suárez, estimaba la presencia de unos veinte individuos en la citada fosa.

El ayuntamiento de Calvià ha celebrado este martes la identificación de la víctima, cuyos restos se exhumaron en octubre de 2018. El regidor Rafel Sedano ha agradecido la tarea que lleva a cabo el Govern en la recuperación de cuerpos, y la portavoz de Podemos, Marga Plomer, apunta que «cada víctima encontrada es una herida más cerrada».

Por su parte, el secretario autonómico de Memoria Democrática y Sectores Productivos, Jesús Jurado, ha indicado que "las identificaciones de personas desaparecidas en la represión franquista es el principal objetivo de las políticas de memoria el Govern; cada cuerpo identificado es una herida que se cierra y una familia que recupera los restos de una persona amada asesinada por el fascismo".

Con la identificación hecha pública hoy, el Govern ha identificado a un total de 36 víctimas del franquismo y ha recuperado los restos de 218 individuos.