¿Una actuación de mejora estética para evitar la degradación del entorno o un ataque a la fisonomía tradicional de un espacio único? Éste es el debate que se ha entablado en Valldemossa a raíz de una tala reciente de cipreses en la imagen de postal turística que representan los jardines de la Cartoixa.

Por un lado, la asociación conservacionista ARCA se ha quejado ante el Ayuntamiento presidido por el alcalde Nadal Torres y ante la dirección insular de Patrimonio del Consell por lo que considera una tala demasiado «agresiva» que ha alterado el aspecto de «un lugar conocido por todos y que trasciende el interés local» en una zona «declarada como Bien de Interés Cultural».

«Ya sabemos que, cuando tocas un árbol, siempre hay gente que no le gusta. A mí tampoco. Pero en este caso era una actuación necesaria», responde el alcalde Nadal Torres, quien informa de que los árboles «estaban muertos». «Queremos hacer un embellecimiento y sembrar cipreses jóvenes que hagan la altura de una persona y cuidarlos bien», manifiesta.

«Ya sabemos que, cuando tocas un árbol, siempre hay gente que no le gusta. A mí tampoco. Pero en este caso era una actuación necesaria»

Nadal Torres - Alcalde de Valldemossa

Apunta el alcalde valldemossí que habían recibido quejas de vecinos por el estado de estos cipreses, al tiempo que señala que la actuación forma parte de una «mejora estética», que incluirá la colocación de barandillas. Agrega que esas mejoras quieren hacerlas extensivas al propio conjunto arquitectónico de la Cartoixa, para lo cual se trabaja en la constitución de una comunidad de propietarios, ya que existen varios dueños de la singular edificación histórica. En este sentido, el alcalde recuerda que deben acometerse arreglos, ya que hay problemas de grietas y humedades. «La gente notará las mejoras cuando todo esté acabado», apunta.  

A la asociación conservacionista no le convencen las explicaciones que ha ofrecido el ayuntamiento de Valldemossa. «Lo cierto es que no sabemos si ha participado ningún especialista en patrimonio histórico ni en jardines históricos ni en el arbolado», sostiene ARCA. Además, en su opinión, el Consell de Mallorca «no analizó el proyecto correctamente y, a instancia de los ciudadanos, después de visitar las obras que son causantes de la aniquilación de dichos ejemplares, las ha paralizado».

La asociación enfatiza que se trata de un jardín «histórico y artístico» que está incluido en el conjunto de Bien de Interés Cultural (BIC). «Ocupa el lugar del antiguo cementerio de los monjes y el ciprés es su árbol protagonista», indica ARCA, que insta al Consell y al Consistorio a que colaboren en la «ordenación» del conjunto de la Cartoixa.