Amedida que se va desenterrando su contenido, los entendidos no dudan en otorgar un alto valor a la necrópolis postalayótica hallada de forma casual en el casco urbano de Sencelles.
No ha sido solo fruto de la casualidad. La valoración de las piezas, de las dos cavidades funerarias descubiertas y su posterior incorporación al patrimonio colectivo en la forma que se determine, será posible, sobre todo, por el acertado comportamiento del propietario de la vivienda afectada. Que se cumpla con el amparo legal de comunicar un descubrimiento arqueológico, sin reparar en los perjuicios personales, demuestra un alto grado de civismo y responsabilidad patrimonial.
Las obras iniciadas deben cuidar su compatibilidad con la extracción de las piezas, pero el trastorno y el cambio de planes sobrevenido se palia con la satisfacción de incorporar al bien común lo que la tradición oral sospechaba y ahora, en buena hora, sale a la luz. Podremos conocer mejor el pasado que cimenta el presente porque el comportamiento de los implicado ha sido casi tan valioso como el marco y contenido del propio hallazgo.
