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Patrimonio

Un centenar de molinos hidráulicos del norte de la isla generarán energía eólica

Los ayuntamientos de Alcúdia, Muro, Santa Margalida y sa Pobla se implican en la iniciativa ideada por el proyecto Alcúdia Tech Mar para recuperar estos elementos patrimoniales y darles una nueva utilidad productiva

Molinos hidráulicos en la 'marjal' de sa Pobla.

Un centenar de los aproximadamente 3.000 molinos hidráulicos que forman parte del paisaje rural del norte de la isla serán transformados en elementos productivos para generar energía eólica para autoconsumo y también para alimentar a la red eléctrica general. Se trata del proyecto Molins Actius, vinculado al plan Alcúdia Tech Mar, que ha sido declarado como estratégico por el Govern y que tiene como objetivo la transformación del modelo productivo para avanzar hacia la descarbonización.

El proyecto para recuperar los viejos molinos agrícolas, la gran mayoría hoy abandonados, ha implicado a los ayuntamientos de Muro, sa Pobla, Santa Margalida y Alcúdia, cuyos responsables municipales se reunieron el jueves en el consistorio murer para «sumar fuerzas y hacer realidad un deseo colectivo: recuperar los molinos tradicionales, con su clásica estética, para la generación eléctrica renovable vinculada también a la producción de hidrógeno verde». Se trata de una iniciativa que permitirá recuperar para el patrimonio colectivo una parte significativa de los molinos agrícolas para que vuelvan a ser productivos y generen energías renovables. Los ayuntamientos se han comprometido a elaborar un censo de molinos aptos ubicados en sus respectivos municipios. 

El ingeniero Tomeu Rosselló, director del proyecto Alcúdia Tech Mar, explica que la iniciativa para la recuperación de los molinos es «solo la punta del iceberg» de todas las actuaciones que se llevarán a cabo para avanzar hacia la descarbonización y que se irán desvelando de forma progresiva. En el proyecto Molins Actius participan diversos ingenieros especializados y la Associació d’Amics dels Molins de Mallorca, cuyo presidente, Josep Pascual Tortella, «fue pionero en diseñar el primer parque eólico del Estado», destaca Rosselló.

Está previsto que en el plazo de un mes se ponga en marcha el primer molino que producirá energía, después de la instalación de un generador en la cola del elemento patrimonial, cuya torre debe estar en buen estado de conservación. «Las palas del molino alimentarán el eje del generador; todo está automatizado, incluso se podrá controlar el molino desde el móvil», explica Rosselló.

Para desarrollar el proyecto, que cuenta con un plan de inversión cuya cuantía todavía no ha trascendido pero que pretende financiarse con fondos europeos, será necesario llegar a acuerdos con los propietarios de los molinos, que firmarán un contrato con un plazo de veinte años. Durante este periodo, los propietarios destinarán al autoconsumo parte de la energía generada por los molinos y el resto se derivará a la red general. El director de Alcúdia Tech Mar apunta que «todos estos molinos inyectarán energía verde a la red que se utilizará para producir hidrógeno, tanto en la nueva planta de Lloseta como en otros puntos de producción». 

La consecución del plan dependerá en gran parte de la colaboración público-privada y de una serie de iniciativas privadas que los responsables de momento prefieren no desvelar.

Los responsables del proyecto calculan que cada molino podrá obtener unos 15.000 Kw anuales, suficientes para abastecer a unas cinco viviendas pequeñas. El objetivo es que en el plazo máximo de dos años «buena parte de la primera fase del proyecto ya pueda estar en marcha», concluye el ingeniero Tomeu Rosselló.

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