En los últimos años se han producido en aguas del mar balear frecuentes casos de capturas accidentales de balas de paja por parte de barcas de pesca de arrastre, unos sucesos que suelen provocar significativos daños en las redes y en las artes de pesca, además de afectar a las capturas de pescado y de obligar a las embarcaciones a volver a puerto, perdiendo las ganancias del día. 

Hasta la fecha, ha resultado imposible saber el origen de estas balas de paja alojadas en el fondo del mar, a pesar de las tareas realizadas para averiguarlo, tal y como reconoce la conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación. Así, debido a la «imposibilidad de encontrar a un responsable» y para compensar las pérdidas ocasionadas por estas pescas involuntarias, el departamento ha abierto una línea de ayudas dotada con 15.000 euros que se repartirán entre los pescadores afectados hasta un máximo de 1.500 euros por cada caso que se haya acreditado.

De esta forma, el Govern admite los perjuicios que provocan en el sector estos extraños incidentes que han causado numerosos quebraderos de cabeza a los pescadores mallorquines. Y es que, además de los daños sobre las artes de pesca, el hecho de capturar balas de paja mojadas «supone un peligro adicional para la embarcación debido al gran peso que se acumula y que pone en riesgo la integridad de las tripulaciones», según se plasma en la resolución de la conselleria que aprueba las ayudas económicas de 15.000 euros con cargo a los presupuestos del Fondo de Garantía Agraria y Pesquera de Balears del pasado año 2021, una cantidad que podría incrementarse en función de la demanda. 

Hasta la fecha, según explican fuentes de Agricultura y Pesca, el Govern ha recibido una única solicitud de subvención desde que la resolución se publicó en el Boib a finales de diciembre, aunque hay plazo hasta el próximo 15 de febrero para presentar nuevas instancias.

Solo podrán beneficiarse de las ayudas los armadores de embarcaciones que cumplan una serie de requisitos como el hecho de tener la licencia de pesca y las autorizaciones para la modalidad de pesca de arrastre de fondos; notificar y documentar gráficamente el accidente justo después de que se haya producido; y tener el barco inscrito en el registro oficial y su puerto base en Balears.

El sector pesquero ha expresado su satisfacción por la línea de ayudas abierta por el Govern. En este sentido, el presidente de la federación de cofradías, Domingo Bonnín, explica que las subvenciones «están bien» y que la cantidad de 1.500 euros por caso documentado «es correcta». 

Bonnín admite que «hace una temporada» que no se ha producido ningún incidente con balas de paja, pero añade que no conviene bajar la guardia porque «en cualquier momento puede volver a pasar». 

A pesar de que nadie sabe a ciencia cierta el origen de las balas de paja, el sector pesquero tiene su propia teoría. «La culpa es de alguien que no hace bien su trabajo», apunta Bonnín, que cree que las balas de paja son depositadas al mar por parte de transportistas de ganado. «La normativa no impide tirarlas al mar, pero antes deben cortarse las cuerdas que sujetan la paja para que esta caiga ya suelta, sin que represente un peligro;el problema es que, para ahorrar tiempo, la tiran entera», explica.