Los refugios gestionados por el Consell de Mallorca se erigieron en 2021 como una alternativa de alojamiento muy solicitada en un año marcado aún por las secuelas de la pandemia. A lo largo del año la ocupación aumentó de forma progresiva, lo que se notó de forma especial a partir del mes de septiembre, cuando se alcanzó el pico de usuarios. Desde octubre, la oferta se amplió a un 100% de capacidad de estas instalaciones.
Por refugios, según los últimos datos actualizados del departamento insular de Sostenibilidad y Medio Ambiente, el de Tossals Verds, que se encuentra en el municipio de Escorca a 525 metros de altitud, fue el más solicitado con 2.626 usuarios, de los cuales 833 fueron en el mes de octubre. Las casas datan del siglo diecinueve y se ubican al lado del antiguo camino que une Alaró y Almallutx, El refugio consta de 42 plazas.
A continuación se situaron el de Son Amer, con 2.105 estancias; el de Muleta (1.293); Can Boi (738), Pont Romà (383) y Coma d’en Vidal (48). En total, a lo largo del pasado ejercicio, los refugios dependientes del Consell albergaron 7.193 usuarios.
Se ha multiplicado por dos
Comparando los meses de octubre de 2020 y de 2021, se observa cómo la ocupación se ha multiplicado por dos prácticamente en todos los alojamientos, según destacan en el Consell de Mallorca. Respecto a las nacionalidades de los usuarios que acuden a los refugios, domina sobre todo el mercado nacional con un 30% de ocupación en todos los refugios.
A continuación, vienen los alemanes, que representan alrededor del 22% de las reservas, seguidos de ingleses, holandeses, checos y daneses. Sobresale la predilección de los alemanes por el refugio de Tossals Verds, que en octubre de 2021 representaron el 30% de las reservas frente al 24% de españoles.
Está previsto que el año que viene se amplíe la oferta de refugios, con el primero de estas características que abrirá en Calvià, concretamente, en la finca municipal de es Galatzó, en es Capdellà. Dispondrá de 52 plazas distribuidas en 12 dormitorios cocina, comedor y un espacio polivalente que servirá para albergar diferentes tipos de eventos. Se ubicará donde estaban las antiguas porqueres de la finca. La instalación, que formará parte de la red de refugios de la Ruta de la Pedra en Sec, se ha financiado con fondos del impuesto de turismo sostenible.
El departamento de Sostenibilidad y Medio Ambiente del Consell también proyecta otro alojamiento en la finca de Raixa.
