En Pòrtol ha habido relevo generacional en las Matines. Y es que después de más de 35 años entonando el cántico que es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad Catalina Moll ha cedido el testigo a la pequeña Lí Min Amengual, que con solo diez años iluminó la Nit de Nadal en la iglesia de Pòrtol con su increíble voz.
La maestra pasa el testigo a su pupila. “Estoy muy contenta de haber podido interpretar la Sibil·la de Pòrtol”, confiesa una tímida Lí Min que pasa el testigo a su madre, Maria Amengual, para que cuente su historia. Una historia que empieza en el seno de las clases de canto y música que imparte Catalina Moll.
"Sé lo difícil que es interpretar este canto a capela, estaba nerviosa pero muy emocionada a la vez"
“Catalina nos propuso que Lí Min cantara la Sibil·la pero quien tenía que decidirlo era ella porque no es fácil ponerse delante de una iglesia llena de gente. Se lo pensó y dijo que sí”, revela Maria Amengual, cuyo consejo fue recordarle que las oportunidades se deben aprovechar cuando pasan. “Tiene un carácter muy relajado. Se lo pensó y decidió hacerlo”, puntualiza. Y es que Maria Amengual sabe perfectamente de lo que habla porque cuando tenía doce años también entonó el Cant de la Sibil·la, igual que su tío paterno.
Si regresamos a la noche de Matines, Maria Amengual se muestra de lo más sincera: “Pasé mucha pena porque sé lo difícil que es interpretar este canto a capela, estaba nerviosa pero muy emocionada a la vez”, confiesa Amengual que relata que en el éxito de la interpretación de la pequeña Lí Min en las Matines de Pòrtol han confluido “dos elementos”. Por una parte las cualidades vocales de Lí Min para entonar la Sibil·la pero también la preparación que ha tenido la joven intérprete de la mano de Catalina Moll. “Tiene una maestra muy buena y, de hecho, Catalina la ha cantado durante muchos años”, remarca Maria Amengual. “Lo único que nos ha dado pena es que Catalina no la haya podido ver en directo porque está confinada y la ha tenido que ver a través de un vídeo pero nos ha dado la enhorabuena por la interpretación”, relata Amengual que es madre soltera y que cuenta que Lí Min llegó a la isla cuando tenía nueve meses.
