A pesar de que sa Pobla todavía no sabe si podrá celebrar Sant Antoni o una versión aproximada de las fiestas tradicionales, el Ayuntamiento sigue adelante con el protocolo previo y presentó el jueves el cartel que ha ganado el concurso para obtener la imagen representativa de la fiesta de este año, junto a otro modelo que ha obtenido un accésit extraordinario por parte del jurado y que ha provocado una gran polémica en las redes por su diseño rompedor y provocativo

El cartel, obra del artista Pere Plomer, representa la imagen de un hombre desnudo de cintura para abajo que se tapa los genitales con una ‘espinagada’ típica del Sant Antoni ‘pobler’, un diseño que, a pesar de su calidad gráfica valorada por el jurado, no ha tardado en recibir críticas en las redes sociales, algunas de las cuales lo califican de «broma de mal gusto» y de «vergonzoso», además de «no representar» el sentimiento de todos los ‘poblers.

El accésit, un premio contemplado en las bases del concurso, ha llamado mucho más la atención popular que el cartel que finalmente ha resultado ganador, obra de Miquel Àngel Villalonga, que representa a un naipe en el que aparecen Sant Antoni y el Dimoni. Este será el cartel que se distribuirá por edificios y calles de la localidad para anunciar unas fiestas que, a día de hoy, están heridas de muerte por la delicada situación sanitaria.

El regidor de Cultura y presidente del jurado encargado de seleccionar el cartel ganador, Antoni Simó, explica que la votación final fue muy reñida, hasta el punto que él mismo tuvo que desempatar con su voto de calidad para que la obra ganadora fuese finalmente la presentada por Miquel Àngel Villalonga. 

Según explica Simó, en la votación definitiva, después de una primera selección de diseños y de una segunda vuelta que incluyó la participación popular, quedaron tres únicos carteles. Uno de ellos quedó descartado, por lo que el ganador debía salir de los dos carteles citados. El jurado estaba formado por seis personas, entre las que había un artista, un fotógrafo, un técnico de cultura, un representante de la Obreria de Sant Antoni y dos concejales (el propio Simó como responsable de Cultura y la regidora de Fiestas).

El resultado final fue de empate a tres, por lo que Simó hizo uso de su voto de calidad para decantar la balanza a favor del cartel que finalmente se ha llevado el premio, dotado con 500 euros y una ‘ximbomba’ pintada a mano por Andreu Company. El accésit, por su parte, recibe 250 euros y también una ‘ximbomba’.

El regidor Antoni Simó apunta que a él personalmente no le gusta el diseño que ha generado polémica. «Yo siempre inicio la deliberación con un discurso en el que digo a los miembros del jurado que el cartel tiene que estar en la calle y que no debe ser un cuadro para tener en casa», explica. En este caso, el jurado valoró la calidad técnica de la imagen y el simbolismo que representa: «Es como si los tiempos que corren nos hubieran dejado a todos en pelotas».