El Ferrocarril de Sóller ha interpuesto una demanda judicial contra la Dirección General de Movilidad y Transportes del Govern como consecuencia de haber obligado a la empresa ferroviaria a mantener cuatro frecuencias de tren a pesar de que los convoyes circularan vacíos. Así lo señaló el presidente de la compañía, Óscar Mayol, a través de un duro comunicado que arremetió contra el departamento que gestiona el solleric Jaume Mateu. Entre sus argumentos, Mayol afirmó que la controversia suscitada entre el Tren de Sóller y Movilidad «nos ha llevado a tener que presentar una demanda en los juzgados de lo contencioso-administrativo, ya que entendemos que la oferta de servicios debe ser adaptada a la demanda, ya que no tiene sentido mantener las frecuencias exigidas por Movilidad cuando los trenes van vacíos».

El motivo que ha generado el enfrentamiento entre el Tren de Sóller y el Govern se desató hace unas semanas cuando la compañía solicitó una reducción de frecuencias del servicio y de trenes entre Sóller y Palma. El departamento de Movilidad puso como condición que se mantuvieran cuatro frecuencias diarias, una opción que fue rechazada por la concesionaria. El Ferrocarril entiende que «tiene que poder adaptar las frecuencias a la demanda del sector turístico mientras dure la situación de fuerza mayor provocada por la pandemia».

Óscar Mayol recordó que el Ferrocarril de Sóller es una empresa con clara vocación turística, lo que no le permite acceder a ayudas para mantener los servicios, por lo que señaló que «la viabilidad del tren como transporte público estaría abocado a la quiebra». Por lo que «la única posibilidad de subsistencia del Ferrocarril es adaptar las frecuencias a la demanda turística».

El presidente de la compañía añadió que el Ferrocarril de Sóller es el único transporte público «que no recibe subvenciones por parte del Govern» y puso de manifiesto el agravio comparativo que le supone «mientras que a otros servicios públicos se les ha permitido adaptar sus servicios a la caída de los viajeros que visitan la isla». Así, Mayol rechazó que el Govern obligue al tren «a mantener cuatro frecuencias con independencia del número de viajeros que transporte». Recordó que el tranvía «ha funcionado siempre como servicio a los ciudadanos de Sóller» pero «por las exigencias sobre el tren por parte de Movilidad, nos lleva a la necesidad de adecuar sus frecuencias». La empresa asume el compromiso de «volver a la normalidad» tan pronto las circunstancias lo permitan.

Contrato

Por su parte, Mateu explicó que el Ferrocarril tiene derecho a interponer la demanda pero recordó que los cuatro servicios diarios están estipulados en el contrato, por ello, el Govern tiene dificultades a la hora de autorizar un número de viajes por debajo de lo previsto en el contrato. De todas formas, recordó que la Administración ha ayudado al Tren de Sóller tanto en temas de ERTES como en las ayudas repartidas para el sector turístico.