Las peores previsiones se han cumplido en algunos de los municipios más ‘antonians’ de Mallorca. Pollença no celebrará el Pi y Artà ha decidido suspender las fiestas de Sant Antoni 2022debido a la delicada situación de la pandemia sanitaria, con una sexta ola que avanza de forma imparable y multiplica cada día el número de contagios registrados de covid 19.
Ante este panorama, la comisión de fiestas del ayuntamiento de Pollença y todos los partidos políticos con representación municipal decidieron por unanimidad en una reunión celebrada el lunes suspender la fiesta del Pi de Sant Antoni porque la actual situación sanitaria «impide» celebrar esta tradición «con responsabilidad».
No obstante, el municipio ‘pollencí’ no se resigna a perder nuevamente todos los actos vinculados a la fiesta de Sant Antoni, por lo que en principio, si la situación no empeora de forma exponencial en las próximas semanas, hay previsión de mantener los foguerons que se encienden en la revetlla del santo ni las Beneïdes, además de los actos culturales incluidos en el programa festivo.
La decisión del ayuntamiento de Pollença no ha cogido por sorpresa a nadie en el municipio del Nord. Son muchos los ciudadanos que entienden la situación, así como los partidos políticos, que votaron a favor de la suspensión. El alcalde Tomeu Cifre ya había avanzado la pasada semana que veía casi imposible la celebración de la fiesta del Pi de Sant Antoni ante la dificultad de limitarla, ya que es una tradición que arrastra a miles de personas durante toda la jornada desde la finca de Ternelles hasta la Plaça Vella. «Es un polvorín desde el punto de vista sanitario», señaló Cifre.
En Artà
En el Llevant, las Obreries de Sant Antoni de Artà y la Colònia de Sant Pere, el Ayuntamiento, la Policía Local, representantes de Protección Civil y de la Banda Municipal de Música se reunieron anoche en el Teatre y «muy a su pesar» decidieron suspender las fiestas de Sant Antoni 2022 por segundo año consecutivo. A la salida del encuentro, el alcalde Manolo Galán aseguró que ha sido una «decisión difícil» y unánime que se ha tomado «por responsabilidad».
«Las fiestas de Sant Antoni en Artà y en la Colònia de Sant Pere tienen una fuerte carga emocional, con un componente tradicional importante y su celebración, sin trastocarlas, es incompatible con la actual situación sanitaria», reconoció el alcalde. «La voluntad siempre ha sido poder celebrar Sant Antoni con la máxima normalidad posible, algo que no parece factible a día de hoy debido al aumento de casos de Covid-19 en el municipio. Se han puesto sobre la mesa alternativas, pero en todos los casos se pierde el talante y la esencia de la fiesta y se ha pensado que la mejor opción era suspenderla, por mucho que nos pese a todos», describió.
No faltó un mensaje a la gente de Artà y de la Colònia: «Todo el mundo está cansado de esta situación, que nos ha dejado por segundo año consecutivo sin uno de nuestros momentos más sentidos, pero ahora esto es lo que toca. La ciudadanía siempre ha demostrado seny y responsabilidad y entiende la fiesta de Sant Antoni como la expresión máxima de nuestra cultura y tradición. No entendemos hacer esta fiesta de otra forma y entendemos que incorporar medidas y actos ajenos a la fiesta puede desvirtuarla. El próximo año esperamos poder celebrarla en su máxima expresión y toda la ciudadanía saldrá a la calle para cantar y bailar con los dimonis».
El Govern prorroga los criterios sobre la fiesta
Los municipios ‘antonians’ aún están a la espera de que la conselleria de Presidencia les envíe el documento que plasmará los criterios para celebrar las fiestas de Sant Antoni. Sin estas instrucciones unificadas, los ayuntamientos, obrerías y patronatos no pueden cerrar sus programas festivos. En un principio, elGovern se había comprometido a remitir el documento el pasado viernes, aunque finalmente Presidencia ha decidido esperar a la reunión entre Pedro Sánchez y los presidentes autonómicos prevista para hoy.
