El Consell de Mallorca presentará a los fondos europeos Next Generation un proyecto valorado en unos 200 millones de euros que contempla la construcción de cinco plantas de tratamiento de materia orgánica en los municipios de Marratxí, Santa Margalida, Calvià, Felanitx y Llucmajor con la finalidad de abaratar el precio del compost, ya que actualmente el sector agrícola está obligado a importarlo a un precio elevado.

Se trata de un proyecto enmarcado en la iniciativa ‘Tanca el cercle’, un plan estratégico para fomentar la producción de materia orgánica en Mallorca, que la vicepresidenta y consellera insular de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Aurora Ribot, ha presentado este lunes a los representantes de la Unió de Cooperatives Agràries de les Illes Balears (UCABAL). 

Según la institución insular, el citado proyecto favorecerá al sector agrícola porque, de esta forma, se podrá reducir el coste de la producción de compost en la isla. «Con las plantas a pleno rendimiento, el campo de Mallorca ganará en competitividad y resiliencia», asegura el Consell.

La consellera Ribot explica al respecto que ‘Tanca el cercle’ «es el proyecto más consolidado y transformador con el objetivo de cerrar el círculo de la materia orgánica que generamos en Mallorca». Ribot añade que el compost que se producirá en las cinco futuras plantas «contribuirá a dar un impulso importantísimo al sector primario», ya que se trata de un «paso al frente imprescindible hacia la sostenibilidad de nuestra sociedad y una importante medida para luchar contra la emergencia climática».

Por su parte, el director insular de Residuos, Juan Carrasco, ha indicado que «la alianza con el sector primario es clave para impulsar la palanca del cambio; el círculo de la materia orgánica es el único que podemos cerrar en Mallorca» y ha añadido que «el compost que saldrá de las nuevas plantas será apto para usar en la agricultura ecológica».

Actualmente, el compost que deben importar los agricultores isleños tiene un coste de unos 70 euros por tonelada, mientras que el que se genera en el servicio insular de tratamiento de residuos domésticos tiene un precio público de tres euros por tonelada. El Consell asegura que cuando las cinco plantas estén en funcionamiento, las previsiones apuntan a una producción de más de 80.000 toneladas anuales, cuando actualmente solo se generan unas 18.000 toneladas.