La decisión del Govern de obligar a los ayuntamientos de municipios ‘antonians’ a limitar los aforos de los actos más multitudinarios de la fiesta popular, principalmente el Pi de Sant Antoni de Pollença, la ‘Capta’ de Artà y las ‘Completes’ de Manacor, será de difícil aplicación, sobre todo en los dos primeros casos, según aseguran los alcaldes de Pollença y Artà, Tomeu Cifre y Manolo Galán, respectivamente. Ambos regidores creen que es imposible reducir el número de participantes en unos actos que tradicionalmente son seguidos por miles de personas y que se desarrollan en diferentes escenarios durante varias horas.
En este sentido, el alcalde de Pollença, Tomeu Cifre, ha afirmado este jueves, en declaraciones a la emisora de radio municipal, que aplicar restricciones a la tradición del Pi de Sant Antoni es muy complicado y que él personalmente ve «muy difícil» su celebración en estas condiciones, aunque precisa que antes de tomar una decisión se reunirá con el equipo de gobierno, la oposición y la comisión de fiestas.
El regidor de Tots per Pollença explica que la fiesta del Pi no se celebra únicamente en la Plaça Vella, donde «sería relativamente fácil controlar los aforos», sino que la fiesta empieza en Ternelles con la asistencia de miles de personas que acompañan a la comitiva que transporta el pino desde la finca de la Serra hasta la Plaça Vella. «Hay mucha gente en la calle, con muestras de afecto muy superiores a un día normal y que beben de la misma botella», explica. «Es un polvorín a efectos sanitarios», añade Cifre.
Por estos motivos, ve «muy complicado» organizar un Pi «con restricciones» porque «será una fiesta desvirtuada en esencia».
Una opinión que comparte el alcalde de Artà, Manolo Galán, en relación a la tradición de la ‘Capta’ del Sant Antoni local. «No es posible», apunta con contundencia al ser preguntado si podrían reducirse los aforos de esta actividad, en la que miles de personas siguen a los ‘dimonis’ por las calles de la localidad. Antes de dar por suspendida la ‘Capta’, el alcalde ‘artanenc’ remite a una próxima reunión con la Obreria de Sant Antoni, entidad que «marca los tiempos de la fiesta», y a la evolución de la situación sanitaria, que «en quince días puede haber cambiado mucho».
«No me interesa llenar las calles de policías y guardias civiles porque de esta manera se pierde la esencia de la fiesta, y yo no soy partidario de celebrar unas fiestas sin esencia», señala Galán en referencia a los posibles controles que deberían realizarse sobre la ‘Capta’ en la fiesta de este año. «Veremos en qué condiciones se puede hacer la fiesta», concluye.
Por su parte, el alcalde de Manacor, Miquel Oliver, señala que, a pesar de que la conselleria de Presidencia sitúa a las ‘Completes’ de Manacor al mismo nivel que la ‘Capta’ y el Pi, obligando a los municipios a establecer límites, los ‘Goigs’ en el interior de la Esglèsia Gran «es lo que menos preocupa» al Ayuntamiento del Llevant porque «el aforo está controlado desde hace años».
Oliver añade que lo más problemático desde el punto de vista sanitario en el Sant Antoni ‘manacorí’ es la multitud que sigue a los ‘dimonis’ desde que salen de Cas Baciner y asiste al ‘ball’ en el Ayuntamiento o a la ‘encesa del primer fogueró’, entre otras actividades multitudinarias que se celebran en las calles.
En cualquier caso, Oliver está a la espera de recibir las instrucciones del Govern para «ver cómo se pueden adaptar las normas a la fiesta» y después «ya se decidirá» si se modifican algunos actos o se anulan otros. «Deberemos apelar mucho a la responsabilidad individual», concluye el regidor de Més.
