El partido Llibertat Llucmajor, en la oposición en el Ayuntamiento, se unió ayer a las críticas expresadas por voluntarios acerca de la gestión de la perrera municipal. 

«En los últimos tres meses han fallecido todos los gatos por un brote viral, presuntamente por incumplir las recomendaciones sanitarias y veterinarias y acicalar los gatos sin hacer la debida cuarentena previa, y se han sacrificado hasta tres perros generando una gran indignación por parte de los voluntarios», sostuvo Llibertat Llucmajor. En los últimos días, personas que colaboraban de forma altruista con la perrera se han quejado de que ya no se les deja seguir paseando a los canes.

A este respecto, el teniente de alcalde de Urbanismo y Medio Ambiente, Guillermo Roig (ASI), argumentaba esta semana que el protocolo de gestión de la perrera ha sido implementado por el nuevo veterinario de la instalación. «A partir de ahora, no quiere ver tanta gente allí dentro», explicó Roig, en declaraciones a este diario.

El teniente de alcalde argumentó que las críticas de los voluntarios se producen en ese contexto de «tiras y aflojas», al tiempo que consideró que hasta la llegada del nuevo veterinario estaban «acostumbrados a hacer lo que les diese la gana» en la instalación.  

Sobre los sacrificios de los perros, Roig informó de que se habían realizado después de que sus respectivos propietarios renunciasen a su custodia tras protagonizar incidentes con niños pequeños. En todo caso, Llibertat Llucmajor alertó ayer de la «falta de rigor y opacidad» de este regidor, al tiempo que recordó cómo lo denunciaron ante la Oficina Anticorrupción de Balears por supuestos los pagos irregulares de 45 euros la hora que «se daban a una determinada persona en la perrera municipal».