El cementerio manacorí de Son Coletes sigue arrojando luz sobre el que durante más de 80 años fue un laberinto oscuro para familias e historiadores, sobre el escenario de búsqueda en vano en que se convirtió el municipio tras la represión del bando nacional. Este martes, el equipo técnico y de arqueólogos de Aranzadi y ATICS han anunciado el hallazgo, en la llamada fosa 3 (donde en 2020 ya se localizaron los restos de seis milicianos) de los restos de otros 15 milicianos republicanos ajusticiados, pertenecientes en su mayoría a las tropas republicanas del capitán Alberto Bayo, desembarcadas en las costas de Llevant en agosto de 1936.

En total han sido 52 los restos encontrados en esta segunda fase de excavaciones que concluirá en los próximos días y que según ha informado el Govern, tendrá continuación. De estos 36 han sido hallados en posición primaria (sin modificar tal y como fueron enterrados) y otros 16 en otros lugares distintos al original. Ahora, desde la conselleria de Memoria Democrática de Juan Pedro Yllanes se pide la colaboración ciudadana para que todos aquellos que crean que puedan tener un familiar entre los desaparecidos (y ahora hallados) de Son Coletes, acudan a realizarse los análisis de ADN para así cotejarlos con los restos. Por el momento de los 77 restos encontrados en los dos últimos años, solamente se ha podido identificar con seguridad a cinco.

Entre estos últimos encontrados en la zanja número 3, figura el de un misterioso hombre que portaba vestimenta cara en la que se ha encontrado una moneda de oro estadounidense de 20 dólares (el equivalente para la época a entre 300 y 400 euros), por lo que se supone que podría tratarse de Llorenç Mas Gelabert, el señor de la possessió de Son Sureda Ric, la única persona adinerada que fue fusilada por los falangistas.

Entre los restos de objetos hallados en la fosa de los milicianos también hay unas gafas de carey, un encendedor de gasolina, una caja de pastillas juanola, una medalla del Sant Crist de Manacor, suelas de zapatos, un lápiz de grafito encontrado en el bolsillo de una camisa y una serie de balas del calibre 9 mm, propias de las pistolas cortas comunes entre los represores del bando nacional en aquellos momentos. Además de otra aislada de fusil, de 8 mm.

“Esto fue un auténtico campo de exterminio, con todo su horror”, ha afirmado la presidenta Francina Armengol, quien ha estado acompañada por miembros de Memòria de Mallorca y del alcalde de Manacor, Miquel Oliver, entre otras autoridades. “En otros países de Europa se hizo de forma inmediata y aquí llegamos 85 años tarde y debemos pedir perdón por ello”, ha recordado Oliver en referencia al tiempo de espera y olvido que han tenido que soportar muchos familiares de las víctimas asociadas al camposanto manacorí.

Los cuerpos encontrados bien podrían pertenecer a parte del contingente detenido el 31 de agosto cerca de la costa y que fue trasladado y fotografiado en la céntrica plaza de sa Bassa, frente al local de la falange en el edificio de can Serra, en una estampa premonitoria donde también figuraban diversos milicianos internacionales rusos, franceses o búlgaros, a tenor de las anotaciones que figuran escritas a mano en la instantánea italiana realizada por algún miembro de la tropa fascista del temido Conde Rossi, titulada ‘Arrestati Comunisti’ (comunistas arrestados) y donde se pueden ver los rostros de parte de los 39 capturados.