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Fent i desfent | Desarrollo de los terrenos de 'es vial' y 'sa voltadora' en Santa Maria

El alcalde que se convierte en promotor, por Joan Mora

Querida. Después de desearme que «mal t’ofeguis amb una oliva» cualquiera te dice que te quiere y te admira. Sobre todo después de tu larga-larga convalecencia que obligó a suspender nuestro folletín semanal del pasado domingo por tu grave indisposición. Me alegro de que te mejores, como también me contenta que un alcalde de esos que yo digo «pessemeret» se atreva a proyectar una ampliación del casco urbano, como es en Santa Maria. Precisamente partidos como el de ese señor son corresponsables de que en Mallorca el precio de la vivienda sea prohibitivo. Al igual que los alquileres. Si no se puede construir vivienda nueva, es lógico pensar que la poca disponible se encarecerá, y con eso privando a jóvenes y adultos al acceso a una vivienda digna. Y que no me vengan con el cuento de las viviendas de protección oficial. Buena es la rectificación si con ello Santa Maria planifica nuevas viviendas para acoger a gente que busca y no encuentra porque con las que hay ahora necesitaría tres vidas para pagarlas. En fin, que gracias a ellos tenemos el panorama que tenemos aunque quieran culpar a los «especuladores». ¡Desde Sóller con amor!

Un tema muy sensible en esta tierra, por Rosa Ferriol

Mi mal t’ofeguis amb una oliva surge de que el señorito me ha espetado un «te cuelgo porque es más importante un vermut que tú». Al ver que el duelo de sotanas parece haber llegado a su fin con el comunicado del Obispado, el dúo Pimpinela vuelve por todo lo alto. Voy a airear una confidencia: Joan ha estado a la altura de las circunstancias durante mi ausencia, señal de que me ha visto muy mal, pero ha sido darme el alta y activar su lengua viperina destructiva. Debo confesar que parte de la culpa es mía por soltarle en un ataque de sinceridad que mi nuevo médico es más sexy que él. Le ofendí y veo que aún le dura. Pensaba decirle que con su comportamiento se había ganado el título de ser el yerno que toda suegra desea tener pero se lo tendrá que currar más. Dicho eso, vayamos al grano. El tema urbanístico siempre es sensible en esta tierra pero me fío más de las 250 viviendas que augura el alcalde Nicolau Canyelles de Més que si fueran de otro partido. Que el Gob y Terraferida quieren más protección, normal. Es su misión velar por el territorio, pero el problema de la vivienda es una realidad y hay que tomar cartas en el asunto.

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