El Ferrocarril de Sóller traquetea hacia la normalidad. La dirección de la compañía se ha fijado como destino final de la temporada suspender el servicio de trenes entre Sóller y Palma tras el puente de la Constitución como venía siendo habitual antes de la crisis sanitaria. De este modo, la compañía retorna a la senda de la normalidad tras el paréntesis obligado por la crisis sanitaria.
Fuentes de la dirección informaron que de acuerdo con los planes que maneja actualmente la empresa, las conexiones ferroviarias con Palma se suspenderán a partir del 9 de diciembre y no se recuperarán hasta el 1 de febrero del próximo año. Durante estos dos meses la empresa realizará diversos trabajos de mantenimiento y renovación de sus infraestructuras, especialmente de las vías.
Desde la dirección del Ferrocarril pusieron de manifiesto que el buen comportamiento que registra el sector turístico durante el otoño ha permitido ahondar en unas previsiones más optimistas y prologar la temporada hasta las fechas que eran habituales antes de la pandemia, ya que «ha ido mejor de lo que pensábamos», aseguraron desde la empresa. Sin embargo, señalaron que el volumen de pasajeros todavía «no cubre los gastos de explotación» que genera el funcionamiento de la línea ferroviaria.
A partir de diciembre, la empresa entrará en fase de obras. Una de las actuaciones más importantes se llevará a cabo cerca de la estación de Sóller, donde se prevé realizar una renovación del puente de hierro por encima del cual circula el tren para superar el desnivel que crea el cauce de Torrentera. Además de esta actuación que servirá para renovar una estructura que tiene más de un siglo de antigüedad, la compañía seguirá trabajando en la renovación de un tramo de vías y en el mantenimiento de la catenaria y la nivelación de los rieles en el trazado que va de Sóller a Palma.
Por su parte, las previsiones de la empresa apuntan que el tranvía entrará en paro técnico en enero, después de la festividad de Reyes, para llevar a cabo trabajos de mantenimiento del tendido de vías entre Sóller y el Port. Durante el período de suspensión de los servicios, los talleres de la compañía funcionarán a pleno rendimiento para poner a punto los automotores y vagones del tren de cara a la próxima temporada.
El Ferrocarril de Sóller cerrará este año uno de sus peores ciclos en sus casi 110 años de historia. La pandemia obligó a suspender los servicios en varios períodos de los años 2020 y 2021, lo que ha supuesto una merma muy importante en su fuente de ingresos, debido a su dependencia al sector turístico que ahora se recupera.
