Los responsables de la cooperativa social SI de Campanet, que gestionaban desde el año 2017 la iglesia medieval de Sant Miquel y la Casa dels Donats, lamentaron ayer que «se ha cumplido el peor pronóstico», ya que tanto el rector de Campanet como el obispado de Mallorca les han «retirado la confianza» para seguir gestionando estos espacios religiosos.

En un comunicado emitido ayer, los donats se despidieron de todos aquellos que «han sabido valorar nuestro trabajo de promoción espiritual, cultural y patrimonial durante estos años y nos han ayudado a poner en valor un lugar histórico que antes estaba casi siempre cerrado». Además, destacan que han contratado a tres personas con discapacidad funcional a los que «se ha tenido que rescindir el contrato laboral». Su gestión mereció el Premi Arca 2019 a la Protección del Patrimonio.