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Sa Pobla renuncia al piromusical y Sant Antoni regresa a los orígenes

Habrá ‘foguerons’ en la Plaça Major, que servirá de escenario para los cantos de ‘ximbomba’ y las glosas

Sa Pobla renuncia al piromusical y Sant Antoni regresa a los orígenes

Sant Antoni regresa a los orígenes. La pandemia así lo ha impuesto. Y es que sa Pobla celebrará este 2022 su sentida fiesta de Sant Antoni, una tradición arraigada en Mallorca que saltó por los aires debido a la covid-19. Eso sí, habrá renuncias. Es el caso del municipio pobler, que no celebrará el piromusical. Así lo decidieron miembros del Consistorio, asociaciones y personas vinculadas a la fiesta en una reunión celebrada este lunes por la noche. Las previsiones apuntan a que se celebrarán los foguerons en la Plaça Major, una plaza que servirá de escenario para los cantos de ximbomba, las glosas y la torrada. Además del fuego, los grandes protagonistas de Sant Antoni son los dimonis. Así, volverán a tomar las calles del municipio, unas calles que no pisan desde el Sant Antoni 2020 previo a la pandemia. La previsión es que recorran las calles de sa Pobla pero se evitará que entren en los bares.

En Manacor todo apunta que también habrá Sant Antoni 2022. De hecho, el Patronat de Sant Antoni de Manacor se reúne este miércoles por la noche para decidir qué camino tomar. Las sensaciones son positivas pero falta cerrar algunos flecos, por ello, el Patronat confirmará este jueves si el paraparaxim regresa a las calles manacorines. Así lo asegura el vicepresidente del patronato de Manacor, Albert Carvajal.

La realidad es que en estas semanas se han celebrado reuniones para decidir si 2022 sería el año de recuperar una de las tradiciones perdidas por la covid más arraigadas en la isla. De hecho, en una reunión de todos los patronatos y obraries de Sant Antoni se apostó por celebrar esta sentida fiesta.

En Pollença, el alcalde Tomeu Cifre asegura que aún no tienen nada decidido pero han preferido ser previsores y ya han solicitado las respectivas autorizaciones a Medio Ambiente y Capitanía, entre otras, para poder celebrar su fiesta si la pandemia lo permite, con el Pi de Sant Antoni como plato principal. No obstante, Cifre precisa que el Ayuntamiento estará «pendiente» de la evolución de la situación sanitaria antes de tomar una decisión definitiva en torno a una de las fiestas populares más esperadas del año.

En Muro, otro de los municipios considerados santantoniers, también están decididos a recuperar los actos típicos de esta celebración cuyas Beneïdes son las más aclamadas de Mallorca por su gran vistosidad. El alcalde Antoni Serra confirmó este martes a este diario que en los últimos días han decidido poner en marcha el programa festivo tradicional, aunque «siempre teniendo en cuenta la situación sanitaria», por lo que la agenda se dejará abierta en previsión de posibles cambios.

Reunión 'santantoniera', el lunes en sa Pobla.

En Artà, la Obreria de Sant Antoni aún no se ha reunido. Su intención es hacerlo la próxima semana pero Pere Pep Gili tiene claro que la última palabra la tendrá el Govern. Lo que preocupa a la obreria artanenca es si este sí será un sí rotundo o si será un sí con condicionantes. Y es que tienen claro que Sant Antoni es una fiesta de calle y participativa. En el caso de que sea un sí con un «pero», tienen miedo de no tener las herramientas para controlar la gran multitud que se congrega en la celebración. «La Obraria no puede controlar 18.000 personas. No podemos hacer de policías porque no lo somos», comenta Gili a la espera de las instrucciones del Govern. 

En Son Servera y Capdepera tampoco se han reunido pero esperan hacerlo en breve para decidir si este 2022 habrá Sant Antoni. En el caso de la obraria gabellina su intención es celebrar un Sant Antoni tal y como manda la tradición, es decir, una fiesta santantoniera como las de antes de la pandemia. Si no puede ser así, admiten, prefieren no celebrarla. De todas formas, la próxima semana se sentarán a debatirlo.

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