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Fent i desfent | La huelga de basuras

Queman contenedores en Santanyí que se ve obligado a asumir la retirada de basura.

Fent | El efecto rebote del «no os matéis a trabajar»

Ojalá me hubieras invitado a pasar la semana en Villa Mora porque en Sóller ni os habéis dado cuenta de la huelga de basuras. En el Pla, más o menos, lo hemos llevado pero ha habido zonas que ha estat gros. Ante la huelga encubierta, no ha quedado otra a las empresas municipales y las brigadas que quitar la mierda acumulada. Los ciudadanos respetamos el derecho de huelga, compartimos las mejoras que exigen pero lo que no podemos tolerar es que «aplacen» la huelga y las calles estén llenas de basuras. Y ya no entro a valorar las desafortunadas declaraciones del líder sindical de CCOO. Pero lo que sí tengo claro es que su «que se coman la mierda una semana» y su «no os matéis ha trabajar» no han hecho más que añadir leña al fuego, enfurecer a alcaldes y alcaldesas que sienten rabia, preocupación e impotencia ante la acumulación de basuras. El convenio autonómico es crucial pero dudo que el líder sindical, con lo mal que han sentado sus palabras a la otra parte implicada, sea el más adecuado para sentarse, dialogar y llegar a un acuerdo. Si la cosa sigue, me instalo en tu casa.

Desfent | Dar poder a un tonto para ver dónde llega

Querida. Hay veces que me pongo a pensar que hay personas que se pasan media vida haciendo de peón. Su otra mitad se la pasan dando lecciones, cerveza en mano, en la barra del bar. Me imagino que más o menos algo similar pasa en las entrañas de algún que otro sindicato, que tienen como responsables al más inútil entre los inútiles, al más vago entre los vagos, y lo que pasa, dale poder a un tonto y verás hasta dónde puede llegar. Religiosamente pago mi cuota pero me pregunto qué pensarán aquellos que la pagan al sindicato que tiene entre sus cabecillas a ese mentecato que prefirió que «se coman la mierda una semana» por aquello de que «no se maten a trabajar». Lastimosamente la ley protege a estos energúmenos que se esconden bajo la manta de los sindicatos, que viven como parásitos sin dar golpe y disfrutando de sus horas (libres, por supuesto) sindicales a costa de los demás. Y después vienen a dar lecciones cuando alguno no ha dado palo al agua en su vida con la excusa de ser el representante de los trabajadores. No sé de quién. En fin, Rosa, prefiero que la próxima semana nos centremos en nuestro salseo. ¡Desde Sóller con amor!

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