El ayuntamiento de Santa Margalida ha concedido al Institut Balear d’Infraestructures i Serveis Educatius i Culturals (Ibisec) la licencia urbanística para la construcción del futuro colegio público de Can Picafort, un equipamiento reivindicado desde hace muchos años cuyo proyecto básico fue remitido hace un mes por la conselleria de Educación a la institución municipal. El Ibisec cursó la solicitud del permiso el pasado 3 de septiembre.
En una resolución firmada por el alcalde Joan Monjo el pasado 30 de septiembre, el Ayuntamiento concede la licencia de obras al Govern y advierte de que la administración autonómica tiene un plazo de seis meses para presentar el proyecto de ejecución del futuro centro educativo porque, en caso contrario, la licencia será anulada. Asimismo, también aprueba una serie de liquidaciones tributarias que debe hacer frente el Govern, entre las que figura la tasa por la concesión de la licencia, que asciende a 37.224 euros, cantidad que corresponde al uno por ciento del presupuesto de ejecución material de las obras, calculado en 3,7 millones de euros, y que el Govern no ha abonado, tal y como especifica la resolución firmada por Monjo.
Aparcamientos
La resolución incluye diversos informes favorables a la concesión de la licencia elaborados por el aparejador municipal y el letrado asesor de Urbanismo, que concluyen que el proyecto «se ajusta a la normativa urbanística aplicable», aunque destacan que la falta de pago de la tasa «obliga a parar la tramitación del expediente». Asimismo, el aparejador firma otro informe desfavorable al estar en desacuerdo con las plazas de aparcamiento previstas por el proyecto en el exterior del futuro colegio, que considera insuficientes para el personal docente, administrativo y de servicios del equipamiento.
A pesar de ello, el alcalde Monjo ha firmado la concesión de la licencia con el objetivo de acelerar los plazos para iniciar las obras del colegio de Can Picafort. «Ahora la pelota está en el tejado del Govern», señaló.
El colegio se ubicará en el solar que fue cedido por el Ayuntamiento al Govern en la legislatura 2011-2015, mientras gobernaba la coalición entre Suma pel Canvi y el partido del actual alcalde, Joan Monjo. La parcela está situada en la zona de Santa Eulàlia, limítrofe con un sector de pinar no urbanizado. El solar tiene una superficie de 8.415 metros cuadrados, de los cuales 3.606 metros serán ocupados por la superficie construida del futuro colegio.
El centro tendrá dos líneas y dispondrá de seis unidades de infantil, doce de primaria y un aula UEECO para alumnos con necesidades especiales. En total, tendrá capacidad para 450 alumnos. Su construcción es muy necesaria debido a que el actual centro Voramar es insuficiente para la actual demanda de plazas.
