Tras la voz de alarma, el Govern rectifica. El Moll de Portocolom será restaurado siguiendo la técnica original del diseño del empedrado del siglo XIX. Las obras empiezan el 15 de octubre. El Gremi de Margers alertó en un informe alternativo que, tras ver las primeras muestras, la reforma del Moll de sa Duana quedaría «artificial». Además, el gremio, junto a Salvem Portocolom y Arca, emplazaron este mes de septiembre al Govern y al Consell a tomar medidas para proteger el muelle como elemento único del patrimonio de la isla. Han sido semanas de informes, contra informes y muchas reuniones pero, al final, la presión ha dado sus frutos. Así, el conseller de Movilidad, Josep Marí, y el director general de Ports IB, Xavier Ramis, han anunciado en el transcurso del encuentro con las tres entidades que el Govern ha rectificado el proyecto de restauración del empedrado del muelle. La satisfacción es máxima. Celebran que se hayan escuchado sus peticiones y que «el Moll de sa Duana de Portocolom quede preservado, al aceptar la conselleria de Movilidad substituir el proyecto de restauración de su empedrado por otro respetuoso con las características originales». En el encuentro, los responsables políticos anunciaron «un diseño del empedrado acorde a sus características originales. Es decir, con las piedras ajustadas y con buen contacto entre sí siguiendo la técnica tradicional en lugar de seguir con la muestra que había aportado la empresa concesionaria de las obras según la cual quedaban mucho más distanciadas y con separaciones rellenas de mortero. De hecho, la semana pasada se realizó una prueba del acabado final del empedrado con la técnica y el material que se utilizará con un resultado satisfactorio ya que se garantiza el mantenimiento de los valores patrimoniales del muelle. La prueba contó con la aprobación de Patrimonio, Arca y el Gremi de Margers.
Otra de las críticas de los margers era el bajo presupuesto destinado a la restauración del empedrado. Así, el Govern ha modificado el contrato con la empresa concesionaria, incrementando el presupuesto un 23,27% para garantizar que «las obras se lleven a cabo con todos los parámetros de calidad exigibles en una intervención como ésta, sobre un elemento sin sustitución posible en el patrimonio arquitectónico balear». El presupuesto del contrato adjudicado ha pasado de 260.000 euros a 320.517,96 sin IVA.
El Gremi de Margers reitera la importancia de que el muro de atraque o banda frontal del Moll [la que da al mar] sea también restaurada con las técnicas tradicionales ya que «ambos elementos, empedrado y frente portuario, funcionan como un sistema y no pueden ir por separado en un conjunto de gran valor patrimonial», razonan los margers.
Por su parte, Arca ha solicitado durante el encuentro que «el Moll de sa Duana rehabilitado se preserve con el actual uso peatonal, eliminando un posible uso comercial o de restauración». Este miércoles las tres entidades se reunirán con la vicepresidenta del Consell, Bel Busquets.
Un 23,37% más de presupuesto y «consenso» en la ejecución
La reforma del Moll de sa Duana de Portocolom ha estado envuelta de polémica desde su inicio. De hecho, en abril una cadena humana tomó el muelle para expresar su oposición al proyecto. Asimismo se creó una comisión de seguimiento de las obras. Ports IB ha dado a conocer que las obras empezarán el 15 de octubre tras las pruebas de colocación de las piedras, una intervención que viene marcada por el incremento del presupuesto con 60.000 euros más (un 23,27%) y «un consenso en la ejecución».
Ports IB explica que en paralelo había avanzado en la modificación del proyecto para incluir las determinaciones estipuladas en los informes de Patrimonio. Entre las mejoras incluidas, cabe destacar que se utilizarán las técnicas constructivas determinadas por el Consell para recolocar los sillares que conforman el empedrado con junta de capserrat. Además, las juntas se harán con mortero de cal y arena. También se retirará la plataforma de hormigón instalada en los años 80 para reforzar la zona de trabajo de la grúa que realiza la botadura de las embarcaciones. En cuanto a las piedras del cantil se enumerarán, tal y como determinaba originalmente el proyecto, y una vez realizados los trabajos de refuerzo de la estructura interna se volverán a colocar en el mismo sitio. También se incorporará una mejora del paramento vertical del muelle que da a la rampa. «Desde el principio la intención de Ports IB ha sido salvaguardar el valor histórico del puerto, conjugando la seguridad estructural con la preservación del valor histórico», sentencia el Govern.
