Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fent i desfent | La proliferación de hoteles de interior en la Part forana

Cambiamos monjas por turistas, por Rosa Ferriol

La cruda realidad es que he tenido muy mala semana y tú, Joan, que sueles ser mi hombro sobre el que llorar, tampoco es que te hayas lucido. Directa, sí. Pero es lo que has creado. Una «mini tú». Y, para más inri, la tecnología está en mi contra. Así que diviso mi dimisión absolutamente de todas mis funciones. Ya que te has olvidado de tus tareas semanales, al menos, compénsame y saca la Visa Oro que me iré a uno de tantos hoteles de lujo que están brotando por la Part Forana. El último será convertir el Convent de Sineu, en hotel. Cambiamos monjas por turistas. Espiritualidad no le faltará. Vaya, querido, que seguimos con el monocultivo turístico. Mucho bla, bla, bla durante las crisis pero luego volvemos a lo mismo. Pero qué voy a contarte si en Sóller tendréis una pedazo Gran Vía, un palacete convertido en hotel de lujo y, por fin, un aparcamiento, todo por el módico precio de 10 millones. Menuda paradoja, tu Simarro debe estar que se sale. Nos ha mareado con sus caprichos de aparcamientos media legislatura y, ahora va un inversor y se lo hace. Ya te digo, no hay como tener dinero.

La pela es la pela y aquí vamos a tiro seguro, por Joan Mora

Querida. Saber que te has convertido en un «mini yo» me llena de orgullo y satisfacción. Me siento como nuestro Rey. Ahora solo te falta que vayan diciendo por ahí que te has hecho amiga de los partidos de derechas para que realmente seas como un servidor. Lo demás ya vendrá por sí solo y, tranquila, es algo que no mata aunque dudo mucho que llegues a este extremo sabiendo que tienes aún aires pessemerets que todavía corren por tus venas. Con el tiempo verás que cambiarse de bando no es tan malo. No hay apocalipsis más allá de la izquierda. Y ahora al grano. Al parecer tenemos que hablar de que proliferan nuevos hoteles y en Sineu las monjas darán paso a turistas en su reconvertido convento. Aquí en Sóller, algo parecido, pero en un palacete medieval. De pronto me surge pensar que a no mucho tardar habrá más hoteles y plazas turísticas que habitantes tiene esta isla. Por otra, que aquello que dijeron con la crisis sanitaria (y de la anterior...) de que teníamos que diversificar y cambiar de modelo solo sirvió para entretenernos. Aquí, la pela es la pela y vamos a tiro seguro tirando de turismo. Eso es Mallorca. ¡Desde Sóller con amor!

Compartir el artículo

stats