Carlos Simarro no faltó a su cita con la iglesia el día en que Sóller celebraba su patrón San Bartolomé. Algunos de los suyos dicen que se encomendó al santo para que le ayude a construir el aparcamiento de la calle Cetre que no solo cuenta con la oposición de la oposición. Simarro tiene que convencer a Sebastià Aguiló para hacerlo y poder ejecutar 400 plazas de las 1.500 que prometió en campaña electoral. De momento, el contador está a cero y por eso requirió la presencia de la Prohens para entre los dos requerir una ayuda divina que se le resiste.

La reforma del desvío de Sóller, a la espera de Sevillano 

Iván Sevillano, el responsable insular de Carreteres del Consell de Mallorca, anunció a principios de esta legislatura que reformaría la carretera del desvío de Sóller para transformar lo que es una carretera en un paseo con carril bici y aceras para los peatones. Su proyecto brilla por su ausencia y la carretera sigue siendo un caos.

La tele pública, en sandalias por el Barranc de Biniaraix 

La tele pública, aquella que pagamos entre todos los baleares, no deja de sorprendernos cuando el otro día acudieron a una convocatoria en pleno Barranc de Biniaraix con sandalias en los pies. Y eso que en la convocatoria de prensa se especificaba qué calzado llevar para evitar sorpresas.

El sector turístico se ocupa de dar mala imagen

Se dice que el sector turístico trabaja incansablemente para mejorar la calidad y la imagen que se da de cara a los visitantes. En Sóller ocurre lo contrario. Más concretamente en el Port, donde algún que otro empresario del sector de la restauración se dedica a sacar la basura en pleno día hasta dejar a rebosar los contenedores. Por no hablar del hedor que estos desechos emanan a pleno sol de agosto. Curioso es que alguno de estos que la imagen como municipio parece que les toca un pito, fueran de los primeros en presentar los papeles para solicitar las ayudas covid. Por pedir que no que no sea.