El Sindicato de Riegos de Sóller acordó mantener fuera de servicio el trasvase de agua depurada para el riego de los huertos del valle hasta que la calidad de las aguas tratadas en la planta de depuración de Son Puça mejoren su calidad. Para ello, acordó realizar análisis aleatorios al agua depurada para conocer el grado de contaminación fecal. La entidad paralizó el uso de este líquido tras conocerse los resultados del estudio encargado por el Ayuntamiento que constató que el agua depurada contenía diez veces más de elementos fecales que los permitidos.