Na Nova es uno de los numerosos yacimientos de la Edad de Bronce que atesora la isla. Ubicado en Cala Llombards, el conjunto está formado por un talayot y otras estructuras arquitectónicas. Este verano se ha finalizado la tercera campaña del proyecto de consolidación y adecuación del yacimiento arqueológico. Miquel Àngel Salvà codirige junto a Javier Rivas este proyecto trienal y explica que las tareas de esta edición han consistido en quitar vegetación, despedregar y excavar para dejar «guapo» el yacimiento, que estaba en estado de ruina y abandono. Salvà concreta que se han centrado en el exterior del talayot circular pero también se ha empezado a trabajar en su interior, que se ha excavado. «Tiene otras estructuras de función indeterminada porque no se han excavado nunca pero creemos que formaban parte de un poblado talayótico», señala Salvà. Gracias a estos trabajos de limpieza, se intuye su complejidad y magnitud. A pesar del trabajo elaborado, es pronto para establecer su funcionalidad y su articulación.
Del conjunto destaca el talayot de planta circular que con más de tres metros de altura domina todo el conjunto. Su estado de conservación es bueno y cuenta con un diámetro externo de unos doce metros mientras que el interno es de seis y dispone de un corredor que conduce al interior. En la parte central se observa la columna central caída.
El promotor, explica Salvà, es la entidad cultural Lausa, que desde 2016 trabaja en la recuperación de este yacimiento conocido también como sa Talaia d’en Cama. «Intentamos integrar como voluntarios a los vecinos de Cala Llombards y de Santanyí para que pongan en valor este yacimiento», por ello, agradecen la tarea que durante estas semanas veraniegas han desempeñado en el yacimiento que atesora Cala Llombards.
