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El Ayuntamiento de Llubí revisa una licencia de obra que se otorgó hace 18 años

La exalcaldesa aprobó el final del proyecto a pesar de dos informes técnicos contrarios, que señalaban las irregularidades detectadas

El chalet de lujo está en la Avenida Son Marget. J. F. M.

Ya han transcurrido más de 18 años desde que el ayuntamiento de Llubí concedió el certificado de final de obra a un proyecto que consistía en la construcción de una vivienda de lujo. A pesar del largo tiempo transcurrido, ahora el Consistorio ha decidido revisar dicha licencia, ya que en su momento se otorgó el certificado de final de obra en contra del criterio de los técnicos. La entonces alcaldesa, Margalida Miquel, no valoró los informes de sus técnicos y firmó este certificado. Ahora se estudia si esta decisión de la exalcaldesa fue ilegal y, por tanto, podría suponer problemas para el propietario de la vivienda.

Este chalet sobre el que se centran las sospechas de ilegalidad está ubicado en la avenida Son Marget, en Llubí. Las obras del inmueble se iniciaron en el año 2001. El promotor presentó un proyecto en el Ayuntamiento y solicitó el permiso para empezar las obras, que fue autorizado. La casa tardó dos años en terminarse. A partir de ese momento se solicitó al Consistorio municipal el certificado final de obra, que necesitaba el propietario para conseguir la cédula de habitabilidad y poder tener acceso a los suministros de luz y agua.

Ante esta petición de final de obra, los técnicos municipales realizaron una visita de inspección y elaboraron los correspondientes informes. Los escribieron el arquitecto municipal y el abogado del Ayuntamiento. Se emitieron en marzo del 2003. Ambos coincidían en el mismo criterio. Establecían que el proyecto cumplía con los parámetros urbanísticos aplicables. Sin embargo, también denunciaban que las obras ejecutadas incumplían las normas sobre el retranqueo de la fachada desde la calle y la pared derecha. Además, también denunciaban que la piscina se había construido en un terreno rústico. Por estos tres fallos detectados en las obras los técnicos consideraban que el certificado de final de obra no se podía dar hasta que se solucionaran las irregularidades. A pesar de ello, sin que se conozcan las causas, la entonces alcaldesa no tuvo en cuenta el informe de sus técnicos, sino todo lo contrario. Concedió el certificado final, sin obligar al promotor a que rectificara las irregularidades que se habían detectado.

Sin embargo, tras la denuncia reciente de un vecino, se ha descubierto esta supuesta irregularidad. Tanto es así, que se presentó en el Ayuntamiento un escrito solicitando la revisión de oficio de dicha licencia otorgada hace 18 años. El pasado lunes se llevó este tema al Pleno municipal, tras un informe elaborado por el secretario, que señalaba que se podía revisar la licencia.

El Pleno acordó trasladar el caso al Consell Consultiu, para que elabore un dictamen que determine qué tipo de acciones se pueden realizar ante esta situación que no se había planteado hasta ahora en Llubí. El caso podría terminar resolviéndose en los juzgados.

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