Las emociones a flor de piel. Antoni Alomar, Francesca Llull, Francesca Salas, Pere Llull y Miquel Palmer son las cinco víctimas primeras identificadas en las excavaciones de Son Coletes. Sus restos ya están en manos de sus familiares para recibir una sepultura digna. “Es abrir para cerrar, pero no es cerrar para olvidar, es cerrar para curar heridas. Hoy empezamos a sanar pero ahora que hemos podido saber lo que les ocurrió, no los podemos olvidar nunca”. Son palabras de un emocionado alcalde de Manacor, Miquel Oliver, que junto a la presidenta del Govern, Francina Armengol, y numerosas autoridades han asistido esta mañana de domingo a la entrega a sus familiares de los restos de las cinco primeras víctimas identificadas en las exhumaciones de Son Coletes el verano pasado.
Antoni Alomar Mas era relojero natural de Llubí, vivía en Manacor y desapareció en agosto de 1936. Francesca Llull Font y su hija Francesca Salas Llull desaparecieron durante aquellos primeros días y fueron encerradas en la prisión de Manacor. Pere Llull Fullana era el alcalde republicano de Algaida. Desapareció el 17 de agosto de 1936 en Manacor mientras que Miquel Palmer Durán, Simonet, era un joven manacorí de 18 años que fue asesinado después de ser detenido la noche del desembarco de las tropas de Bayo en el Llevant mallorquí.
En un emotivo y solemne acto en el cementerio de Son Coletes, sus restos han sido entregados a sus familias, que también han recibido el certificado de reconocimiento de la condición de víctima del franquismo. Además de a las cinco víctimas identificadas en Son Coletes también el Govern ha entregado esta distinción a sus familiares represaliados: Sebastià Bonet Fullana, Llorenç Salas Domenge, Margalida Jaume Vanrell, Pere Llull Mudoy yAntoni Llull Fullana.
En su parlamento, el primer edil de Manacor ha recordado cómo las excavaciones, los hallazgos y las identificaciones en Son Coletes han servido para descongelar entre familiares muchas de las conversaciones que habían quedado congeladas. “Justo por eso, ya vale la pena todo lo que se está haciendo y se hará”, ha confesado Oliver, que ha dedicado unas palabas a Miquel Palmer, cossier y manacorí. “Era nuestro. No lo conocíamos porque el silencio quería ganar pero no lo ha logrado”. Ahora, familias, os lleváis algo más que sus restos para darles digna sepultura. Recogéis su historia, su dignidad, la verdad que estaba escondida bajo metros de tierra pero que hoy conocemos”, ha añadido.
Un acto de “amor infinito, gratitud, perdón, reparación y, sobre todo, de justicia”. Así ha definido la presidenta Francina Armengol la entrega de los restos de las primeras víctimas identificadas en Son Coletes a sus familias. “Seguiremos luchando y reivindicando la historia vivida y no dejaremos que se olvide lo que sucedió”, ha dejado claro la presidenta del Govern que ha agradecido la labor de las asociaciones memorialísticas y de los investigadores para que hoy se puedan retornar los restos a sus familias. “La reparación llega demasiado tarde”, ha admitido, por ello, ha pedido perdón pero ha reiterado el compromiso del Govern de seguir trabajando para que el proceso de reparación sea más rápido.
“Hoy ponemos fin a 80 años de espera”, ha sentenciado el vicepresidente Juan Pedro Yllanes. “De todas formas, sabemos que llegamos tarde porque han tenido que transcurrir más de 40 años y como sociedad democrática no podemos permitirnos este retraso”.
En nombre de los familiares, ha dedicado unas palabras la portavoz de la Comissió de Desapareguts i Fosses de les Illes Balears, Maite Blázquez, nieta de una de las víctimas identificadas en Porreres, que sentencia que las exhumaciones han permitido “rescatar del silencio muchas historias de vida”. “Muchas familias hemos tenido la suerte de recuperar nuestros seres queridos, otras aún estáis esperando. A todos vosotros, os aseguramos que no dejaremos de buscar”. “Aún hay demasiados silencios impuestos”, por ello, Blázquez ha abogado porque en los centros educativos también se hable de la Guerra Civil. “Las palabras acertadas que explican la verdad nos ayudarán a restaurar la memoria de nuestros familiares que un día trabajaron para construir un mundo mejor”. “Actos como el de hoy, rompen el silencio”, ha sentenciado.
Con las melodías de los xeremiers, los familiares se han llevado los restos de las cinco víctimas que han sido enterrados en la intimidad.
