Gracias a la concienciación de la población sobre el consumo del producto local, las cooperativas agroalimentarias del archipiélago balear han visto cómo sus beneficios han crecido durante 2020, un año marcado por la pandemia del coronavirus, además de aranceles y cambios en la normativa. En concreto, han alcanzado los 83 millones de euros, un 2,6% más que el ejercicio anterior, lo que supone un volumen de facturación que no se alcanzaba desde 2017.

Su presidenta, Jerónima Bonafé, agradeció ayer a la población su apoyo al sector, que también ha hecho un esfuerzo sobrehumano para acercar el producto local en unos tiempos tan difíciles. «El compromiso de las cooperativas con la sociedad se ha puesto de manifiesto con multitud de iniciativas de colaboración de sus socios como la desinfección de calles y la organización de dispositivos de seguridad con Protección Civil», señaló Bonafé, al tiempo que añadió que toda situación de crisis permite nuevas oportunidades. En este caso, dijo, la pandemia ha permitido que la sociedad balear ponga en valor el trabajo de producción de alimento y mantenimiento del paisaje que lleva a cabo el sector cooperativo agroalimentario.

Tras hacer balance del ejercicio anterior, la directora gerente de Cooperatives Agro-alimentàries Balears, Maria Francisca Parets, presentó el plan de actuación y presupuestos de 2021 para su posterior aprobación.