Se están generando motivos para la alarma justificada al comprobar que dos de los lugares insignias del turismo en Mallorca cambian de color, en sentido negativo, y el conjunto de la imagen de la isla puede volverse más borroso. Ecologistas en Acción asigna banderas negras repelentes a la playa de Son Servera que se atrevió a identificar su topónimo con lo inmejorable y a una de las preferidas por el buen gusto de los pintores de Pollença. Cala Millor se degrada en cala peor debido al «absurdo» de retirar los restos de posidonia y hasta el arenal de Albercutx llegan los reiterados vertidos fecales que el ayuntamiento de Pollença considera ocasionales. Son dos problemáticas conocidas, denunciadas de forma reiterada por entidades de signo diverso y que las autoridades, sobre todo municipales, han negado una y otra vez. Su salida hacia adelante deja un oscuro panorama tanto de mala salud pública como de gestión institucional y política.
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