Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Lletra menuda | La gran terraza preferente

Imagen del hotel Formentor, en el municipio de Pollença. | DM

Decepción mayúscula y castigo severo para el sensible e inigualable paraje natural de la península de Formentor. La decisión del Consell de ampliar a la playa las restricciones de acceso con vehículo privado tenía gato encerrado, es una pantalla tras la que se esconde el estímulo del consumo en los negocios turísticos del lugar. De este modo, todo queda desvirtuado. Formentor se delimita como una gran terraza de uso preferente, más bien exclusivo, a la que tienen mucho que envidiar los equipamientos exteriores de los bares que tanto han proliferado en las calles y plazas de Mallorca durante el tiempo de pandemia. Con la entrada en vigor de las nuevas normas no quedó más remedio, ayer, que destapar la carta escondida por el Consell y con ello afloró la verdadera baraja que maneja el asunto. Impera el negocio antes que la protección de un medio natural que ahora es difamado hasta la condición de mero escenario de terrazas de bar, aparcamientos y playas que se quisieran exclusivas. Quien quiera acceder a Formentor portando provisiones y autosuficiencia personal debe hacerlo en transporte público, quien se ampare en el bolsillo consumista podrá hacerlo en vehículo particular, bastará presentar un justificante del gasto los tres días posteriores a su realización. Llegar al faro también podrá hacerse solicitando autorización previa. Saltarse estas normas, puede significar una multa de 200 euros. En estas condiciones, la polémica y la confusión aparecida ayer no es más que el aperitivo de lo que puede ocurrir en las semanas venideras. El ciudadano percibe un trato muy desigual de parte de la Administración.

Compartir el artículo

stats