El catálogo de árboles singulares se amplía. Así, Balears atesora 78 ejemplares protegidos, 51 de ellos en Mallorca, una isla que amplía su lista con la incorporación de cinco nuevos árboles y un conjunto de plataneros. Alaró es el municipio que custodia la mitad de las nuevas incorporaciones en el catágolo de árboles singulares. Se trata del Eucaliptus de sa Bastida (Eucalyptus globulus), que mide 20 metros de altura y su copa tiene el mismo diámetro. Se calcula que tiene unos 75 años, aunque podría ser más viejo. La presencia de agua en el subsuelo ha facilitado que dicho árbol ubicado en una propiedad privada haya alcanzado estas dimensiones. Otro árbol que se encuentra en Alaró es el Ginebró de Son Curt (Juniperus oxycedrus). Con una conformación salvaje, su altura es de unos siete metros, unas dimensiones que han sido calificadas de “extraordinarias” si se tiene en cuenta la especie que es. El Ginebró de Son Curt también se encuentra en una propiedad privada. Ya en la plaza del antiguo matadero, uno puede disfrutar del conjunto de plataneros de s’Escorxador (Platanus x hispanica) que suman un siglo de vida y que se han catalogado no solo por su antigüedad sino porque no han sido nunca podados.

Otros árboles singulares protegidos se encuentran en Esporles o Alcúdia. La Surera de Son Quint (Quercus suber), en Esporles, es un árbol de unos 14 metros de altura que suma unos 80 años. Está en una finca privada y forma parte de un conjunto formado por un safareig, una antigua canaleta y un pozo. Precisamente, las características del suelo le permiten tener unas buenas condiciones para sobrevivir y crecer.

En Alcúdia se ubica el Pi de Ca don Jaume Oliver (Pinus halepensis), un ejemplar también de grandes dimensiones (15 metros de altura y tres grandes cimales). Suma 112 años y está en proceso de ser declarado patrimonio protegido por su “monumentalidad”. Finalmente, en Palma, encontramos la Mata del Castell de Bellver (Pistacia lentiscus). Se calcula que es centenaria y su singularidad pasa por el hecho de que normalmente se ve en forma de arbusto y no de árbol, además cuenta con cuatro pies verticales.

Cabe destacar que desde 2016 el Catálogo de árboles singulares de Balears no sumaba nuevos ejemplares. Se trata de una herramienta creada en 1991 con el objetivo de preservar los árboles que tienen un “valor patrimonial” o “significado cultural con una transcendencia notable”.