Sóller celebró ayer la Fira de la Taronja. En esta ocasión las restricciones sanitarias obligaron a remodelar su formato habitual para hacerla más pequeña y adaptada a la situación. La plaza del Mercado fue el lugar elegido donde se puso en valor el cultivo de cítricos en el vall con varios expositores, venta de artesanía y productos derivados de las naranjas.