Terraferida ha denunciado que el Plan Territorial de Mallorca permite la construcción de un mínimo de 11.214 nuevas viviendas en suelo rústico, además de otras 7.448 ya construidas que pueden ser ampliadas, lo que supondría la posibilidad de poder albergar a otros 82.240 habitantes, el equivalente de la población de los municipios de Inca y Manacor juntos. El trabajo pone de manifiesto, según el portavoz de este colectivo proteccionista, Jaume Adrover, "la urgencia de una acción de gobierno decidida para parar la urbanización masiva del campo, un fenómeno que se produce desde hace años y que está convirtiendo Mallorca en una gran urbanización con unos pocos espacios naturales no edificados". Para Adrover, es preciso que se paralice la posibilidad de nuevas construcciones y ampliaciones en suelo rústico.

El portavoz ce Terraferida, Jaume Adrover, junto a los geógrafos Mateu Vic y Gabriel Garcies, han presentado esta mañana un trabajo pormenorizado sobre la capacidad de nuevas construcciones que el actual Plan Territorial de Mallorca permite en el suelo rústico. Se trata de un trabajo que les ha llevado un año y que ha consistido en el cruce de los datos proporcionados por el catastro de rústica, al que se han restado las áreas de prevención de riesgos, los distintos suelos no urbanizables debido a distintas figuras de protección existentes y las áreas de protección territorial que incluyen, entre otras superficies, los cauces de torrentes y zonas de protección de carreteras.

Manejando toda esta información y mediante la realización de un muestreo que ha incluido de forma aleatoria 500 parcelas rústicas de toda Mallorca, se han identificado "un mínimo 11.214 parcelas no edificadas que se pueden urbanizar con la normativa vigente construyendo viviendas de 300 metros cuadrados se superficie". Asimismo, se han identificado 72.137 parcelas ya edificadas, de las cuáles el 24,6% serían construcciones agrícolas, por lo que el número de viviendas existentes en zona rústica es de 53.200, a las que se añaden otras 1.200 edificaciones registradas como industrias, comercios, servicios, bares, restaurantes u otros usos urbanos.

En rojo las nuevas edificaciones de viviendas en suelo rústico que permite el Plan Territorial de Mallorca. Terra Ferida

A lo anterior se suma la posibilidad de que 7.448 viviendas existentes pueden ser ampliadas, puesto que la media de la parcela construida es de 163,2 metros cuadrados, cuando la actual normativa permite una edificabilidad de 300 metros cuadrados.

Adrover ha advertido que el número de posibles nuevas viviendas es conservador, puesto que no tiene en cuenta la posibilidad de agregación de parcelas contiguas que ahora no son edificables por no tener la superficie mínima de 14.000 metros cuadrados requerida en el suelo rústico común, que sí pueden obtenerla si se suman.

Otro dato relevante y que da idea de la magnitud de las posibilidades de urbanización del suelo rústico es el que indica las nuevas viviendas ocuparían una superficie de 3.364.200 metros cuadrados, a los que se se suman otros 1.018.886 de las posibles ampliaciones, lo que supondría una superficie edificable de 4.383.086 metros cuadrados, que es el equivalente a 3,5 veces la superficie del casco histórico de Palma, o la de cuatro veces el casco urbano de Llucmajor.