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Las playas de Mallorca se ponen a punto

Los consistorios han puesto en marcha el operativo para dotar a los litorales de los servicios de socorrismo y sombrillas y hamacas ante una temporada turística incierta que, por segundo año consecutivo, estará marcada por la pandemia

En Alcúdia, los socorristas ya han empezado a vigilar la costa.

El litoral mallorquín empieza a coger forma de cara al verano. La mayoría de socorristas ya han ocupado las torres de vigilancia y los operarios trabajan contra reloj para invadir el arenal de sombrillas y hamacas. Las pasarelas y rampas de acceso están siendo instaladas, así como los depósitos de basura. Y falta un último elemento: la limpieza. Un factor clave, y más en tiempos de pandemia, en el que los consistorios ponen todo su esfuerzo para conseguir la anhelada «seguridad» sanitaria.

Es la palabra que más se repite entre los alcaldes preguntados por este rotativo, seguido de «incertidumbre». Todo lo que rodea al próximo verano son suposiciones y dudas. No se sabe cómo transcurrirá la temporada turística -prevista de que arranque a finales de este mes o principios de junio-, por lo que la ocupación de las playas también es una incógnita, y consigo, los operativos que se deben destinar para velar por la seguridad de los bañistas.

Por el momento, los ayuntamientos han puesto en marcha el mismo dispositivo que en años anteriores, a la espera de ver cómo evolucionan los contagios en sa roqueta. Un ejemplo de ello es Calvià, donde desde el 1 de mayo el servicio de socorrismo y el de sombrillas y hamacas está activo, este último según la demanda. En total, la localidad calvianera contará en temporada alta con cerca de sesenta socorristas que velarán por la seguridad de los bañistas en 18 playas.

Dos operarios instalan sombrillas en la playa de Magaluf. | JUANLU IGLESIAS

El protocolo covid a cumplir es igual que el del año pasado: distancia de seguridad entre las hamacas y aforo limitado. Sobre este último punto, personal de salvamento y litoral, además de Policía Local, velará por su cumplimiento, tal y como hicieron el pasado verano. En este sentido, desde el Consistorio apuntan que si fuera necesario se ampliará el personal dedicado al control del aforo aunque todo dependerá de la evolución de la pandemia. Además, los puntos ‘negros’ de la localidad ya se han detectado (el pasado año las aglomeraciones se registraron en Illetes, Portals Nous y Portals Vells), por lo que los agentes controlarán exhaustivamente estas zonas.

Controladores de aforo

Quien sí habla de una figura que se dedicará exclusivamente al control del aforo es el ayuntamiento de Santanyí. Se trata de una propuesta que, según el regidor Rafel Batle, todavía está sobre la mesa pero que garantizaría la ansiada seguridad sanitaria que quieren ofrecer a los ‘playeros’. La idea es que estos controladores vigilen la zona, y en caso de detectar aglomeraciones, avisen a los agentes, quienes se encargarán de poner las sanciones pertinentes. De este modo, también se acabará con la «enorme» carga de trabajo de los agentes, que además de sus funciones debían patrullar el litoral.

Un socorrista vigila la playa de Cala Bona, en Son Servera. | B.CAPÓ

En la actualidad, la localidad de Santanyí ya dispone del servicio de socorrismo (comenzó en Semana Santa, y tras un parón, se reanudó el 1 de mayo) y está pendiente de sacar a concurso el servicio de hamacas y sombrillas, aunque se espera que sea como el del año pasado ya que los cánones varían levemente.

En concreto, una decena de socorristas vigilará este verano las cinco playas que cuentan con este servicio en Santanyí y que son: Cala Gran, Cala Llombards, Cala s’Amarador, Cala sa Font de n’Alis y Cala Santanyí.

Muro y Pollença se encuentran en la misma situación que Santanyí: cuentan con servicio de socorrismo pero todavía no de hamacas y sombrillas. Y es que, en palabras del alcalde de Muro Toni Serra, la burocracia es lenta y la autorización de Costas para su instalación ha llegado tarde, como le ha ocurrido también al Consistorio pollencí. Por el momento, coinciden en señalar, las playas están «limpias» y «vigiladas»; y en el caso de Pollença, se espera que el servicio de hamacas entre en funcionamiento entre el 15 de junio y el 1 de julio ya que se quiere incluir en las cláusulas de la concesión un apartado que ayude a la entidad en caso de que la pandemia afecte a los resultados económicos, tal y como ocurrió el pasado verano.

El servicio de socorrismo ya está operativo en Santanyí. | AJUNTAMENT

Una cuestión que no solo preocupa en el Raiguer sino que se ha extendido por toda la Part Forana. En Son Servera, por ejemplo, la actual empresa adjudicataria no sabe si seguirá con la concesión y, en caso de dejarla, será el Consistorio quien asuma las funciones y contrate a otra compañía. De momento, se está estudiando de qué manera se puede hacer una rebaja al canon para que la empresa pueda seguir con la concesión con ciertas garantías económicas para la actual temporada. En cuanto al servicio de socorrismo, este hecho no afecta, por lo que se está prestando con total normalidad.

Por otro lado, las playas de Sant Llorenç disfrutan en la actualidad del servicio de hamacas de manera gratuita, y se espera que su funcionamiento arranque el 15 de mayo. Una fecha que también maneja el consistorio de Santa Margalida para poner en marcha sus playas (tanto el funcionamiento del servicio de socorrismo como el de sombrillas y hamacas). Hay ganas de que llegue el verano, y consigo, la «normalidad».

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