Sóller empieza a dejar atrás las heridas sufridas por el sector turístico como consecuencia de la pandemia por coronavirus, en tanto que a día de hoy un tercio de la planta hotelera del municipio ya ha abierto sus puertas para recibir a los primeros turistas del año. El turismo de senderismo es ahora mismo el que predomina en los hoteles que intentan recobrar la normalidad.
A pesar de que la actividad turística aún es débil las previsiones apuntan que Sóller irá recuperando la normalidad a lo largo de los próximos meses, aunque se espera que no sea hasta el próximo otoño cuando la normalidad se haya restablecido en su totalidad, siempre que la evolución de la pandemia así lo permita, según explicaron fuentes del sector.
El resto de hoteles de la planta sollerica irá abriendo progresivamente entre los meses de mayo y junio, aunque algunos establecimientos aún no tienen fijada la fecha de la reanudación de su actividad. El flujo de las reservas será clave para determinarlo.
El presidente de los hoteleros, Lluís Rullán, explicó que durante estas semanas el mercado alemán es el predominante en las estancias turísticas que se registran en los establecimientos del valle. Las restricciones impuestas por el Reino Unido que exige cuarentena a sus nacionales tras el retorno vacacional hace que este mercado sea prácticamente inexistente, a pesar del peso (es el segundo mercado de origen) que tiene en el sector turístico del valle.
Las previsiones que hace Rullán apuntan que durante los meses de mayo y junio la afluencia de turistas a los hoteles será todavía baja a la espera de lo que puedan decidir las autoridades británicas en las próximas semanas. No obstante, de cara al verano Rullán no prevé un escenario de plena ocupación como fue hasta el año 2019 pero en cambio, y a tenor de las reservas que van recibiendo los hoteles del valle, la patronal hotelera confía en que de cara al otoño el mercado turístico remonte con fuerza en Sóller.
Alquiler turístico al alza
El presidente de los hoteleros constata que se están recibiendo reservas «pero a cuentagotas», la mayor parte de las cuales son a partir de septiembre. Para el verano, Rullán no se atreve a hacer una previsión demasiado precisa de cómo evolucionará el mercado turístico.
Por su parte, el alquiler turístico en el valle también empieza a ver la luz al final del túnel.
Biel Aguareles, que gestiona una agencia dedicada a este segmento, explica que las reservas que actualmente se gestionan «son muy volátiles y de última hora», algo que contrasta con lo que venía siendo habitual. Hasta que estalló la pandemia, el alquiler vacacional recibía las reservas con meses de antelación, algo que según Aguareles, ahora mismo no se produce. Un factor que ha incidido en este cambio de costumbre es el hecho de que las autoridades van cambiando sus planes de contingencia contra la covid a medida que evoluciona la pandemia.
