El ayuntamiento de Inca ha iniciado el proyecto para la instalación de una nueva tubería de impulsión del agua potable desde el depósito de Sa Mina ubicado en Lloseta hasta la conexión con el anillo de distribución de Inca. Esta actuación que, según el Consistorio, permitirá mejorar el servicio municipal de agua potable, supone una inversión de 1,14 millones de euros.

El proyecto consiste en la sustitución de la antigua conducción por una nueva fosa de mayor diámetro y la instalación de una nueva tubería que discurrirá por el dominio público para proveer al núcleo urbano de Inca y las parcelas diseminadas del oeste del municipio del Raiguer. De esta forma, se producirán menos roturas y se reducirán las fugas de agua, por lo que supondrá un ahorro en los gastos de mantenimiento de la red y una disminución del agua que se extrae de los pozos, por lo que el coste de la energía será menor. La nueva conducción se conectará a la red general en los puntos ubicados en la Avinguda General Luque y la calle Francesc de Borja Moll.

En este sentido, el alcalde de Inca, Virgilio Moreno, señala que «durante los últimos años se ha realizado un importante esfuerzo para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad del servicio municipal de agua y, al mismo tiempo, modernizar las instalaciones y las infraestructuras».